Uno de los utensilios básicos, pero que a su vez nos dan identidad sin duda, es el molcajete. Este artilugio aún es utilizado en muchas de las cocinas mexicanas para hacer todo tipo de salsas, pese a que fue hace miles de años que comenzó a emplearse por nuestros antepasados.
Y es que estarás de acuerdo con nosotros en que no hay licuadora que pueda reemplazar el sabor de una salsa picante echa en un molcajete. Incluso siguen siendo de las favoritas para muchos mexicanos gracias a su consistencia espesa.
¿Cuál es el origen del molcajete?
Comencemos definiendo lo que es un molcajete. Se trata de un utensilio de cocina prehispánico que es fabricado de piedra o barro, y es utilizado para moler distintos ingredientes, y así crear una mezcla.
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Según el sitio Larousse Cocina, la palabra molcajete proviene del náhuatl molcaxitl, de molli, que quiere decir salsa, y caxitl, que significa escudilla o cajete.
Los expertos afirman que el antecesor del molcajete fue el metate, que se empleaba con el mismo fin: “moler” ingredientes. Después evolucionó al artefacto que hoy en día sigue siendo famosos. El sitio México Desconocido, señaló que en un principio se hacía una especie de hueco en una piedra, y después terminaron por crear el molcajete.
Una de las teorías sobre su origen apuntan a que fue hace unos ocho mil años, y desde entonces sigue vigente. A diferencia de otros artículos, el molcajete ha permanecido intacto, pues no importa la zona del país donde lo adquieres, es casi seguro que tendrá la misma forma ovalada y sus tres patas.