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2022: ¿se viene una 'paliza' en Hidalgo?

A diferencia de la senadora Xóchitl Gálvez, los hidalguenses no olvidan. El PRI y el PAN les prometieron una refinería y les dejaron una barda.

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La imagen es surreal: Xóchitl Gálvez, senadora panista-perredista, dice en un mitin Hidalgo, acompañada por la plana mayor del tricolor, que en esa entidad el PRI se la "ch...", pero que eso ya quedó en el pasado. Que ahora son aliados y deben "ch..." a Morena.

La convicción histórica queda de lado ante una alianza grotesca que sólo tiene como finalidad oponerse por oponerse al proyecto obradorista. Acompañan en el templete a la legisladora los líderes del PRI, PAN y PRD, así como la candidata al gobierno hidalguense: Carolina Viggiano, del grupo de Rubén Moreira.

Viejos rivales y enemigos juntos en torno a la causa de "ch..." a Morena. 

Del otro lado, la situación no es mejor. Julio Menchaca no es una perita en dulce. Todo lo contrario. El abanderado morenista pertenece a un grupo, por no llamarlo con palabras más fuertas, de Sosa Castelán, también conocido como la "Sosa Nostra". El nombre lo dice todo.

Su alianza aglutina a Morena, el PT... y al Partido Verde. Porque las convicciones ya no existen. Sólo apoyar por apoyar al proyecto obradorista, sin siquiera sentirlo en la piel, sino más bien en los huesos.

Pese a todo, el desprestigio del partido de AMLO aún es muy menor comparado con el repudio que genera el PRIAN, que pasó de ser una criatura mítica, que muchos negaban su existencia, a ser un animal de zoológico -o de corral- que todo el tiempo se exhibe a sí mismo, que ya no produce miedo, sino más bien risas.

Pie Grande se volvió un tierno corderito.

Eso sin contar que, a diferencia de gobiernos anteriores, AMLO les prometió a los hidalguenses que en su tierra se harían los vagones del Tren Maya... y ayer lo cumplió. Se consolidó la compra a Alstom Bombardier, cuya planta está en Ciudad Sahagún.

Es probable que el PRI quede borrado del mapa el próximo de junio. Morena le quitará Hidalgo, uno de sus últimos bastiones históricos, con lo que sólo se quedará con el Estado de México.

Esto abre la puerta a que el Revolucionario Institucional tenga que negociar con el partido de Obrador para no extinguirse. Y eso abre la puerta a que se apruebe la Reforma Electoral del presidente.

A los hidalguenses no se les olvida que el PAN y el PRI les prometieron una refinería y les dejaron una barda. Y verlos ahora agarrados de la mano, a ambos partidos, no hace más que reforzar la idea de un agravio que se ha cometido contra ellos.

Porque a diferencia Xóchitl Gálvez ellos no olvidan. Y en junio se viene una paliza en Hidalgo.