Los cárteles mexicanos no sólo se dedican a la producción, trasiego y comercialización de drogas, sino también que incursionan en otros negocios... y el último al que han apuntado es a las tortillas, de acuerdo con una investigación del Washington Post. ¿Pero por que el narco anda tras las tortillerías? A continuación te lo contamos.
De acuerdo con la consultora Lantia, los cárteles más preponderantes -como el Cártel de Sinaloa o el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG)- no sólo se dedican al tráfico de drogas, sino también a ilícitos como la extorsión (o cobro de piso), secuestros, asaltos a transportistas y el tráfico de combustible (huachicol).
¿Por qué el narco anda tras el negocio de las tortillas?
A los narcotraficantes ya no les basta con extorsionar y amedrentar a los productores de tortillas, sino que han extendido su esfera de influencia a los insumos necesarios para su elaboración: desde el suministro del maíz hasta la venta de tanques de gas. Al menos 15 de cada 100 tortillerías son víctimas del crimen organizado, de acuerdo con el Washington Post.
El Consejo Nacional de la Tortilla compartió datos a los periodistas Mary Beth Sheridan, Lorena Ríos y Fred Ramos, del Washington Post, donde se apunta que hasta 20 mil tortillerías estarían infiltradas por el narcotráfico. En caso de que los propietarios se nieguen a ceder ante las extorsionados, sufren la quema de sus negocios o son asesinados.
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Lo que busca el narcotráfico en el negocio de las tortillerías son sus ganancias: se calcula que uno de estos negocios deja ganancias de mil 865 pesos al día y hasta de 55 mil 962 pesos mensuales, de acuerdo con distribuidores y en cálculos hechos a enero de 2024. A nivel nacional se estima que hay 135 mil establecimientos que elaboran 25 millones de kilos al día.
Desde hace varios años, el maíz se ha convertido en uno de los objetivos del narcotráfico: en un inicio, empezaron a robar el grano y ahora, a través del uso de la fuerza, imponen cuotas excesivas para su producción y distribución, como hacen el CJNG y el Cártel de Sinaloa en varios municipios de Chiapas, según una investigación de Insight Crime.
Recordemos que los narcotraficantes buscan negocios lícitos para lavar dinero, por ejemplo, el Cartel de los Arellano Félix lo hizo a través de casas de cambio, mientras que el Cártel de Sinaloa a través de locales dedicados al comercio de joyas, de acuerdo con un artículo de Karina G. García, profesora de la Universidad de Bristol.
El control es tal que, según el titular del Consejo Nacional de la Tortilla (Homero López), los criminales son quienes imponen el precio de la tortilla en algunas regiones del país. En resumidas cuentas, el control de alguna zonas por parte del narco también involucra explotar sus recursos económicos.
¿Y el narco sólo se mete en las tortillerías?
No. Investigaciones previas de medios como DW revelaron que los narcotraficantes también buscan ganancias en otros negocios como las pollerías, donde también extorsionan a los vendedores, productores y hasta llegan a fijar el precio final del producto, lo cual impacta de manera directa en los consumidores .
En Guerrero y el Estado de México, los narcotraficantes suelen cobrar derecho de piso a los vendedores de pollo; los mismos vendedores han llegado a cerrar sus negocios, debido a que los criminales imponen precios exorbitantes que son imposibles de pagar para la gente 'de a pie' y hace que los locatarios no obtengan ganancias.
Otro de los negocios ilícitos a los que apunta el crimen organizado son las gasolineras, pues hasta la Fiscalía General de la República (FGR) ha detectado estaciones de servicio que pertenecen a organizaciones delictivas. En total hay 248 averiguaciones previas sobre locales con actividades fuera de la ley.