Desde hace varios años, la presencia de sargazo en las costas del Caribe mexicano ha arruinado las vacaciones de miles de turistas que llegan a las playas con la esperanza de disfrutar el color azul turquesa y darse un chapuzón en el mar, pero ¿qué pasa si te metes al agua con sargazo?
Rosa Elisa Rodríguez Martínez, integrante de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, de la UNAM, advirtió que el sargazo pelágico contiene elementos como arsénico, cobre, manganeso y molibdeno, que en altas dosis pueden ser dañinos tanto para humanos como para la flora y la fauna de esa región.
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Además, un estudio liderado por Rodríguez Martínez, encontró concentraciones de aluminio, calcio, cloro, cobre, hierro, potasio, magnesio, fósforo, plomo, rubidio, azufre, silicio, estroncio, torio, uranio, vanadio y zinc en 63 muestras de estas macroalgas, recolectadas durante 2018 y 2019 en diferentes localidades.
“Si bien algunos de estos elementos son nutrientes esenciales, otros pueden llegar a ser tóxicos en altas concentraciones. El que más preocupa es el arsénico, pues se encontró en todas las muestras colectadas y en la mayoría superan los límites establecidos para consumo humano y animal”, destacó Rodríguez Martínez.
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A la par, destacó que desde el arribo masivo de sargazo al Caribe mexicano en 2014, una de las mayores preocupaciones fue que podría contener metales pesados y metaloides, porque se sabe que las algas pardas tienen alginatos, los cuales favorecen su absorción, y porque ya había algunos reportes para otros lugares del Caribe acerca de altas concentraciones de algunos elementos tóxicos.
Además, el sargazo produce malos olores y puede causar irritaciones en la piel, porque en él pueden crecer organismos urticantes, advirtió la especialista universitaria.