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¿IMSS-Bienestar hará que llegue a su fin el Insabi? Esto sabemos

El Insabi nació en 2020 con la intención de dar atención médica a personas sin seguridad social, pero un reciente anuncio del gobierno federal dejaría en manos del IMSS-Bienestar este propósito.

El titular del IMSS, Zoé Robledo, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el director del Insabi, Juan Antonio Ferrer.Créditos: Arte de Sandra Ríos
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El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) nació hace más de 2 años con la promesa de garantizar atención médica, medicinas y demás insumos a personas sin seguridad social.

Sin embargo, hoy pareciera que este organismo que se lanzó durante la actual administración tomó un papel menor ante la llegada de otra promesa del gobierno federal para fortalecer el sector salud: IMSS-Bienestar, del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Este nació hace más de 40 años para atender a personas sin seguridad social, sólo que en sus orígenes se enfocó en personas de zonas rurales o urbanas marginadas.

El 15 de marzo del 2022 el gobierno federal anunció la intención de que para 2024 los hospitales a cargo de estados sean operados y administrados bajo los lineamientos del modelo del IMSS-Bienestar. Nayarit arrancó esta transición el 1 de abril.

Los anuncios y datos presentados dejan preguntas al aire, pues la intención del Insabi en un inicio era precisamente eso, la atención de personas sin seguridad social, así que con ello uno de los cuestionamientos es: ¿Qué pasará con el organismo que encabeza Juan Antonio Ferrer?

Historia del Insabi en México

El hoy presidente Andrés Manuel López Obrador anunció desde los debates presidenciales sus intenciones de desaparecer al Seguro Popular, mismo que se creó durante el sexenio de Vicente Fox.

Luego, a unos días de haber asumido el cargo, AMLO dijo que otro programa sustituiría el Seguro Popular. En abril del 2019 el anuncio fue oficial: se alistaba la creación del Insabi.

Con este, que nació oficialmente el primer día del 2020, básicamente se buscaba regresar a un esquema donde desde la federación se revisaba lo referente a la atención médica de personas sin seguridad social; es decir, pasar de la gestión local o estatal, a un esquema de federalización.

También se anunciaron otros cambios referentes a la parte administrativa, por ejemplo, ya no se necesitaba presentar una póliza de afiliación, pues la atención se ofrecería "sin restricciones", de acuerdo con un comunicado del 30 de diciembre del 2019.

Sin embargo el organismo surgió entre cuestiones que dificultaron su avance como se esperaba:

  • No todos los gobiernos estatales decidieron adherirse al nuevo esquema
  • No contó con reglas de operación que dieran claridad sobre su implementación

A ello se sumó otro factor que llegó después al país: la pandemia de COVID-19.

A pesar de que los esfuerzos en México en materia sanitaria se concentraron en meses siguientes en atender el coronavirus, la acumulación de cuestionamientos sobre el organismo continuó, como el desabasto de medicamentos que ha movilizado a papás y mamás de niños con cáncer en distintas protestas a lo largo del país.

Este problema por la falta y adquisición de medicamentos ha pasado incluso, además del Insabi, por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y hasta por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).

La directora del programa de Derecho y Salud Pública del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Sofía Charvel, comentó a Grupo Fórmula que en el caso del Seguro Popular, este ayudaba “muchísimo” a la población pues progresivamente cubría más enfermedades de tercer nivel como cáncer de mama; sin embargo, se detectaron problemas de corrupción con los estados.

Para el caso del Insabi, señaló que desde la reforma a la Ley General de Salud hubo algunas cuestiones que no quedaron claras. Ello aunado a falta de reglas de operación, llevó a confusión entre la población sobre a dónde ir y cómo atenderse  

“Parecería que la promesa era cubrir todo para todos los que no tenían seguridad social y todo el tiempo. Pero esto no lo puedes hacer de un día para otro, requiere una inversión de dinero, infraestructura, personal médico”, indicó.

Además consideró que otro factor de dificultad al que se enfrentó el organismo fue la tarea de la compra de medicamentos, lo cual ocurrió con la pandemia en el país y en ocasiones, sin la experiencia suficiente.

Bajó el gasto y la atención de Insabi

Los números también dan muestra sobre cambios en el Insabi: el gasto total de este organismo cayó en 94 por ciento en enero del 2022 en comparación con el mismo mes del año pasado de acuerdo con el análisis de Números de Erario de Gasto en Salud de México Evalúa.

El estudio también señala que las consultas totales por parte del Insabi bajaron, incluso en comparación con fechas en las que existía el Seguro Popular.

Para enero del 2019, cuando aún existía el Seguro Popular, se dieron más 5.7 millones de consultas, mientras que en enero de este año la cifra no alcanzó el millón pues fueron 996 mil.

Jorge Cano, investigador del programa de gasto público de México Evalúa, adelantó que para el análisis del siguiente mes, febrero del 2022, detectaron que el problema se “agrava”.

Señaló que el organismo tenía que haber gastado 20 mil millones de pesos en enero y febrero y ha acumulado un gasto de mil 700 millones de pesos, diferencia de casi 91 por ciento.

Dijo que una de las hipótesis que tenían es que el subejercicio se debió a una estrategia de guardar los recursos para transitar al IMSS-Bienestar.

Pero, dijo, al analizar la evolución del ramo 19 de aportaciones a la seguridad social, donde se clasifican los recursos del IMSS-Bienestar, han hallado que no aumentó más allá de lo presupuestado, por lo que consideraron que no se está incrementando el gasto de este programa.

“Nos parece que una vez que tengamos los datos de marzo vamos a ver una mayor disminución y que se va a justificar por el proceso de transición, pero en realidad, ya tenemos este desmantelamiento del Insabi, incluso antes de que fuera anunciado“, dijo Jorge Cano.

Situación actual con la transición de estados a IMSS-Bienestar

En un acuerdo que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 17 de marzo de este año, se delegó a la Coordinación de Optimización y Procesos del Abasto del Insabi facultades para la compra de medicamentos y material de curación.

También para la adquisición de equipamiento médico para sus unidades médicas adscritas al organismo o de los programas a cargo de este, y la contratación de bienes y servicios igualmente para la operación de las unidades adscritas a este.

Adicional a ello, en sus redes sociales comparten convocatorias de trabajo en diferentes estados para personal de la salud o publicaciones sobre la supervisión de construcciones de hospitales, como el Hospital de la Mujer en Tepic, Nayarit.

Grupo Fórmula consultó al área de comunicación del Insabi sobre las funciones actuales de este organismo, incluyendo la operación y administración de hospitales a su cargo tras el anuncio sobre el IMSS-Bienestar; se espera aún la respuesta.

“No se ha dicho nada en específico. Lo que podríamos entender es que si está operando en un estado, seguirá operando en él como ha estado hasta hoy, parecería que encargado de las compras”, comentó Sofía Charvel.

La académica del ITAM consideró que más allá de que los datos reflejen que el organismo de Juan Antonio Ferrer quedó desplazado, los ajustes que ahora incluyen al IMSS-Bienestar responden a un tema de fracaso: “Ante el fracaso (del Insabi), se hace esto del IMSS-Bienestar para rescatar la atención médica de las personas que no tienen seguridad social”, concluyó.