Nacional

AEROPUERTO

AIFA: Incompleto y todo, pero ¿el aeropuerto funciona o no?

Este lunes se inauguró el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía, a unos 47 kilómetros del centro de la CDMX, pero más allá de los aciertos y errores, ¿es funcional?

El AIFA se inauguró sin estar terminado y con algunas deficiencias, pero listo para funcionar. Créditos: Daniela Mena / Grupo Fórmula
Escrito en NACIONAL el

Antes de asumir como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció la cancelación de la construcción del aeropuerto en Texcoco para llevar el proyecto a Santa Lucía. Ese fue el comienzo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que este lunes vio sus primeros despegues comerciales desde la otrora pista militar.

Por ahora, la principal ventaja que tiene el nuevo aeropuerto es que ofrece una Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) es casi la mitad que la del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo cual reduce considerablemente los precios de los vuelos. 

Y más allá de que si se construyó en un tiempo menor al esperado, o que si la obra estaba incompleta, aquí te ofrecemos una revisión punto por punto para decidir si te conviene o no volar desde el AIFA.

Vuelos sin problemas

Partamos del punto más esencial: la finalidad de un aeropuerto es servir para el despegue y aterrizaje de aeronaves. Y en términos generales, el de Santa Lucía cumplió con su misión.

Si bien el vuelo inaugural despegó casi 20 minutos tarde, en general los vuelos comerciales programados para este lunes cumplieron sus horarios y llegaron en tiempo y forma. Incluso algunos como el primer vuelo internacional en aterrizar, desde Caracas, llegó unos minutos antes de lo programado.

En estricto sentido, el AIFA cumple con el objetivo principal de un aeropuerto.

Pero ¿y los pasajeros?

Bueno, eso es un segundo tema. Si bien los vuelos respetaron los itinerarios originales, para la mayoría de los pasajeros, llegar a la terminal aérea significó por lo menos una gran angustia.

Víctor Reyes llegó casi 6 horas antes de su vuelo; Bárbara y su familia estaban ahí 4 horas antes; con todo y previsiones, Humberto y su equipo llegaron 3 horas después de salir de casa. Y hubo algunos desafortunados que no lo lograron y hasta perdieron su vuelo.

Y ello se debe a que las señales no están claras, las rutas no se han difundido lo suficiente y sobre todo, que las vialidades para llegar y el transporte directo como el Tren Suburbano no están terminados o los camiones desde una decena de puntos de la capital no están en servicio y no tienen fecha definida.

A ello se suma otro factor: en caso de algún inconveniente, perder el vuelo implica tener que esperar un día entero para poder tomar otro, salvo el caso de Cancún, que este lunes contó excepcionalmente con dos vuelos desde el AIFA.

Entonces, desde este punto de vista, la nueva terminal aérea no cumple del todo con su función de proveer el servicio con el enfoque a los clientes.

Servicios adicionales

Aunque se inauguró este lunes, el AIFA carece de servicios suficientes para atender a sus cerca de 2 mil viajeros. Desde la falta de taxis y autos en renta para la demanda que se presentó hoy, hasta cosas tan elementales como un lugar para consumir alimentos en la sala de llegadas o simplemente la falta de elevadores y cajeros automáticos.

Si bien al menos 3 bancos se alistan para ofrecer el servicio (HSBC, BBVA y Citibanamex), por ahora no hay nada de eso en la terminal. Y tampoco se tiene claridad en las fechas. Lo mismo con el Starbucks, que si bien hoy obsequió algunos productos, se prevé que en el mejor de los casos esté listo para el próximo lunes.

Así, nuevamente el AIFA no cumple con las condiciones para atender a sus pasajeros, y aunque no son problemas que tardarán en resolverse, de momento son incómodos como para tomarlo como opción.

Seguridad ¿militar?

El aeropuerto de Santa Lucía es una terminal civil con control militar, especialmente de temas de seguridad.

Y este lunes en términos generales fueron amables en la atención de los pasajeros, los filtros previos resultaron ambiguos, pues se solicitó a algunos visitantes presentar incluso su pase de abordar desde la entrada mientras que otros accedieron con sólo decir que tomarían un vuelo.

Más allá de la falta de protocolo por ser el primer día del AIFA, mismo en que se tuvo una ceremonia con la presencia del presidente, la falta de claridad en las medidas a tomar así como las actitudes en varios momentos de los elementos de la Guardia Nacional pueden resultar no sólo en un desaliento sino incluso en un obstáculo para los viajeros.

Con la promesa de contar con tecnología para agilizar los ingresos a través del filtro de seguridad para la sala de abordar, la seguridad en las inmediaciones deja suficientes dudas como para confiar en que no interferirá en tu viaje.

Salas de espera

Si bien ningún aeropuerto es un destino en sí mismo, sino un paso en el viaje (aunque el AIFA fue un centro de entretenimiento este lunes), es inevitable que a veces se tenga que esperar un vuelo más de la cuenta.

En este caso, la conexión a internet, el acceso a electricidad para dispositivos de trabajo o entretenimiento, la posibilidad de tomar una comida o simplemente la posibilidad de comprar un libro se vuelven verdaderas necesidades para los viajeros o sus acompañantes.

De modo que esta es otra de las funciones que no cumple el AIFA en este momento; aunque sí cuenta con salas de espera amplias, algunas bancas y ofrece una red de internet gratuita, durante el lunes esta fue sumamente inestable; mientras que las instalaciones eléctricas presentaron fallos y no todas funcionaron.

En contraste, las opciones de negocios pretenden resolverse pronto. Aunado a ello, entre los posibles pasajeros ha surgido repetidamente la propuesta de poder visitar el Museo del Mamut en un lapso de espera, mediante recorridos que salgan y puedan regresar a tiempo a la terminal del aeropuerto.

Por ahora, esto es un proyecto y nada más.

Estacionamiento inconcluso

Finalmente, es importante poder contar con la opción de llegar en automóvil y poder dejarlo en la terminal hasta volver de un viaje.

 Y si bien el AIFA tiene un estacionamiento con capacidad para 4 mil 500 cajones, por ahora uno de los elevadores no funcionó mientras que otro sencillamente no estaba instalado al día de la inauguración. Estas carencias afectan aún más a personas con discapacidad, quienes tuvieron que bajar con dificultades las escaleras o de plano optaron por quedarse en planta baja y esperar a sus familiares con sus vehículos.