En prácticamente en cada esquina de la Ciudad de México (CDMX) cada mañana es posible encontrar un puesto de tamales rodeado de personas esperando la ‘guajolota’ que será su desayuno, pero lo que pocos saben es que muchas de las personas que los atienden provienen del mismo lugar: ‘la cuna de los tamaleros’, en Puebla.
Don Ángel presume orgulloso que él es uno de los cientos de vendedores de tamales originarios de esta localidad poblana que se dedican a alimentar a las y los capitalinos cada mañana, incluso desde antes de que salgan los primero rayos del sol.
En nuestro país hay alrededor de 13 mil negocios que se dedican a la venta de tamales, de acuerdo con los datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Listo con sus ollas llenas de tamales y atole, llega cada día antes de las 7:00 de la mañana al cruce de Holbein y Patriotismo, en la alcaldía Benito Juárez, donde instala su pequeña mesa en la que prepara sus ya famosos “guajolocombos” desde hace varios años.
Te podría interesar
Él comenzó su carrera en el negocio de los tamales desde pequeño como ayudante de otro comerciante que conoció en la localidad en la que nació, a la que él mismo se refiere como la 'cuna' de los vendedores de tamales, y hace aproximadamente 20 años inició como emprendedor con su propio puesto.
“Me salí de casa como a los 11 años porque ya no quería estudiar y como mi pueblo es la ‘cuna de tamaleros’ entonces le pedí trabajo a un señor que me trajo a trabajar por el metro Moctezuma, ahí fue mi primer trabajo en los tamales y aprendí”, contó en entrevista para Grupo Fórmula Digital.
¿En dónde está la cuna de los tamaleros?
Desde hace aproximadamente siete años, don Ángel se instala en la misma esquina en la que vende tamales, atoles, chilaquiles, ‘guajolotas’ y ‘guajolocombos’ a decenas de clientes de todo tipo: oficinistas, maestras, policías, vecinos, etc.
Aunque siempre se ha dedicado a alimentar a las y los habitantes de la capital, él es orgullosamente originario de San Pedro Matamoros, comunidad cercana a San Martín Texmelucan, Puebla, conocida como ‘la cuna de los tamaleros’.
En esta comunidad la mayoría de sus habitantes se dedican a vender tamales en otros estados, por lo que este pueblo luce prácticamente deshabitado, como constató El Sol de Puebla.
San Pedro Matamoros es una comunidad ubicada en el municipio de Tlahuapan, Puebla, cerca de los límites con Tlaxcala y el Estado de México, en la que habitan alrededor de 1 mil 300 personas.
El 67.4 por ciento de los habitantes dicho municipio viven en situación de pobreza moderada y el 10.6 por ciento en pobreza extrema, según el Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2022 elaborado por la Secretaría de Bienestar.
De lunes a viernes, ‘la cuna de los tamaleros’ luce muy parecido a un pueblo fantasma con decenas de casas que parecen abandonadas y apenas unas cuantas personas caminando por las calles; pero el fin de semana todo cambia.
Lo anterior se debe a que la mayoría de los pobladores de San Pedro Matamoros se dedican a la venta de tamales en la CDMX y el Estado de México, por lo que muchos prefieren mudarse al área metropolitana para estar más cerca de sus lugares de trabajo.
En otros casos, quienes viven en esta localidad y se dedican a vender tamales prefieren hacer un viaje diario de hasta dos horas para trasladarse hasta la esquina en la que se instalan.
Don Ángel salió de ‘la cuna de los tamaleros’ en Puebla desde que era un niño, y al igual que la mayoría de quienes nacieron en la comunidad de San Pedro Matamoros decidió dedicarse al negocio de los tamales como una forma de salir adelante.