Estados Unidos impuso nuevas sanciones económicas en contra de Rusia, debido a la invasión contra Ucrania, la cual inició el pasado 24 de febrero. Una de esas medidas es detener la importación de petróleo ruso, sumado al veto contra instituciones financieras, oligarcas ligados a Vladimir Putin y la salida de compañía como McDonald's o Coca-Cola.
Detener las importaciones de petróleo o gas no afectará a los Estados Unidos, una nación que poco necesita de los energéticos de la nación gobernada por Vladimir Putin. No obstante, diferentes naciones europeas sí se han vuelto dependientes, a través de los gasoductos y ductos instalados por empresas rusas como Gazprom.
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Rusia es el segundo productor mundial de petróleo y gas natural, de forma respectiva, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). En cuanto al 'oro negro', cada día, los rusos producen 11 millones de barriles, por lo que diariamente exporta entre 5 y 6 millones de barriles diarios.
De acuerdo con Amy Mayers Jaffe, investigadora de Tufts University, la mayor parte del petróleo ruso se envía a las siguientes naciones: Alemania, Bulgaria, Finlandia, Grecia, Italia, Lituania, Países Bajos, Polonia y Rumania, la mayoría integrantes de la Unión Europea (UE), bloque que también impuso sanciones económicas en contra del Kremlin.
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BP Stastical Review of World Energy afirma que sólo el 53 por ciento del petróleo ruso se destina a Europa; China e India son otros de los compradores del crudo ruso, el cual contiene altos grados de impureza y no puede ser refinado en todas las naciones. Rusia obtuvo 110 mil millones de dólares (2.2 billones de pesos) producto de las exportaciones en 2021.
Ni Rusia ni los Estados Unidos pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), grupo que encabeza Arabia Saudita, uno de los tres mayores productores de petróleo y que también tiene en Europa un importante mercado. Armanco, petrolera estatal árabe, envía entre 12 y 13 millones de barriles diarios a todo el mundo, el doble que los rusos.
Es decir, la mayoría de las naciones no son dependientes del crudo extraído en Rusia, ya que pueden echar mano de las reservas de la OPEP, los Estados Unidos, Noruega, México, Nigeria y otras organizaciones productoras.
Naciones de Latinoamérica, como Cuba o Venezuela, sí se han vuelto completamente dependientes del petróleo de Rusia, por lo que sufrirán más en caso de que cesen las exportaciones a causa de las sanciones económicas de occidente, motivadas por la invasión a Ucrania.