Investigaciones científicas revelan que en México existen unas 100 mil especies de hongos, quizás más. ¡Una cifra alucinante!.
De esta cantidad se conocen y se han estudiado unas 3 mil especies, de las cuales, solo unas 200 especies son comestibles.
Hay que advertir que muchas de las especies de hongos no solo no se pueden comer sino que son venenosas, y hay algunas que son utilizadas como drogas alucinantes. También algunos hongos proveen de sustancias químicas útiles para la industria química y farmacéutica.
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Uno de los mayores problemas al consumir hongos silvestres es identificar cuáles son comestibles de los no aptos para el consumo humano.
De las 200 especies de hongos comestibles, las más populares y seguras de consumir son:
- Champiñones
- Portobello
- Cremini
- Níscalo
- Boletus edulis
- Colmenillas o morilla
- Shiitake
- Angula de campo
- Trompeta de los muertos
Los hongos azules
Una de las especies comestibles es el hongo azul o índigo (Lactarius indigo).
Se le puede encontrar en Estados Unidos, México, Centroamérica y el este de Asia. Y, por supuesto, en temporada de lluvias es fácil encontrarlo en la parte norte del estado de Morelos.
En el centro de México se le conoce como añil, azul, hongo azul, zuin, zuine, Y en Veracruz y Puebla también se le conoce como quexque.
El color azul se debe al pigmento químico llamado azuleno. El cual se usa como colorante natural en la industria textil, cosmética y química.
Muchas personas tienen miedo de consumir los hongos azules porque creen que por su color intenso son del tipo tóxico o alucinógeno.
¿Cómo comer los hongos azules?
Los hongos azules son parte de la gastronomía de países como Estados Unidos, China, México y Guatemala.
La manera más sencilla se comerlos es "al natural", así como si comieras una manzana, a mordiscos o troceada, y por supuesto en ensaladas naturales. Solo asegúrate de lavarlos muy bien.
La forma sencilla de prepararlos es a las brasas o al comal. Pero ten precaución de no exagerar en el tiempo expuestos al fuego pues pierden su sabor y consistencia.
Los hongos azules, al igual que todos los hongos comestibles pueden ser preparados y cocinados como plato fuerte o como guarnición para acompañar otras carnes. Además pueden ser hechos en formas de sopas, cremas, ensaladas e incluso postres.
Como plato fuerte se pueden preparar como se prepara cualquier carne, por ejemplo salteadas con cebolla, mantequilla y especias. El punto a considerar es que no se debe exagerar en el tipo de cocción, pues son más delicados que la carne.
La zona centro de México se acostumbra hacerlos en sopa o caldo, donde el epazote juega un papel central.
Puede ser incluido en la famosa "sopa de hongos" que conjunta otras especies de hongos, tan raros como el azul.
No es costumbre en México, pero en lugares como China se le acostumbra a licuar y se les da a los enfermos y ancianos como complemento proteínico en su alimentación.
Pueden ser complemento extravagante, adorno, guarnición o extra en un platillo con carne de res, pollo, cerdo o pescado. Se puede hacer una salsa que complemente espectacularmente el platillo alucinante de color azul.
También puedes comerlos empanizados, secos o en caldillo de jitomate.
Las razones para consumir hongos azules es por su alto contenido de proteínas y fibra y que fácilmente puede ser un buen sustituto de la carne.
Hay quienes aseguran que estos hongos contienen propiedades anticancerígenas, pero hay que ser prudentes con este tipo de afirmaciones "milagreras".
Así que ya lo sabes, los hongos azules son comestibles y pueden ser parte de un delicioso platillo rico en proteínas y fibra; con un sabor y textura al paladar ¡alucinante! que puedes encontrar en la zona norte de Morelos.