La información es poder, y para los estafadores, es un activo invaluable. Cualquier dato, por pequeño que parezca, puede ser utilizado. Por ejemplo, nuestro nombre, que marca nuestra identidad tanto en la sociedad como en actividades más legales, debe tratarse con cuidado. Incluso nuestro número de teléfono, que compartimos deliberadamente para mantenernos comunicados en una vida que exige estar en contacto, también puede ser peligroso si llega a manos equivocadas.
Es importante recordar que no solo debemos proteger datos como nuestras contraseñas o números de tarjeta de crédito, sino también nuestra propia identidad, para evitar que caiga en manos de estafadores que buscan utilizar nuestra información para invadir nuestra privacidad. Es así como algunos delincuentes saben de nuestros datos y pueden usarlos en nuestra contra. Pero, ¿qué pueden hacer con ellos?
¿Qué hacen los estafadores con mi información?
Es importante identificar si nuestra identidad puede haber caído en manos de estafadores con intenciones maliciosas para utilizarla. El Gobierno de los Estados Unidos explica algunas maneras en que podemos darnos cuenta:
- Recibes facturas de productos que no compraste.
- Te llaman para cobrar deudas de cuentas que no abriste.
- Aparece información en tu informe de crédito que no te resulta familiar.
- Te rechazan solicitudes de préstamo.
- Dejas de recibir correo con tus cuentas o no lo encuentras en tu buzón.
Si reconoces alguno de estos escenarios como algo que te ha sucedido últimamente, lo mejor es reportarlo a las autoridades y con el banco, presentando las irregularidades que has notado.
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La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) aconseja avisar al Ministerio Público para deslindarte de cualquier mal uso que haga el delincuente con tus identificaciones.
En cuanto a lo que pueden hacer al acceder a nuestra información personal, el servicio de ciberseguridad Kaspersky advierte que, quienes acceden a nuestros datos, intentarán probar de todo, desde piratear nuestro correo electrónico, teléfono y sitios de comerciantes para así acceder a nuestras cuentas bancarias, creando nuevos perfiles de usuario y realizando ataques que resultan devastadores en términos financieros. Además, hay quienes utilizan nuestro nombre para solicitar tarjetas de crédito que utilizan hasta el límite.
¿Cómo consiguen mi información los estafadores?
Sobre cómo consiguen nuestros datos, hay varias formas. Es cierto que a veces nos confiamos y dejamos nuestra información al alcance público, lo que permite que cualquiera pueda utilizarla en nuestra contra. En todo caso, ¿en qué debemos prestar cuidado? La organización estadounidense AARP explica algunos puntos sobre cómo consiguen datos sobre nosotros:
- Frecuentemente, participamos en concursos en internet, lo que puede abrir muchas ventanas no deseadas por las cuales obtienen información sobre nuestros gustos.
- Enviamos tarjetas de garantía por correo, lo que puede resultar en que nuestra información sea vendida a terceros, ya sea de manera legítima o para estafas.
- Compartimos actualizaciones personales en Facebook, y los estafadores usan frecuentemente las redes sociales para identificar a su próxima víctima.
- No desechamos adecuadamente el correo que recibimos en casa, tirando únicamente los papeles sin destruirlos.