Consumir carne dota al cuerpo de las proteínas necesarias para realizar sus funciones diarias, aunque también conlleva riesgos como microorganismos que causan enfermedades o que a las personas les den 'gato por liebre'... o en este caso, caballo por res, por eso te decimos cómo puedes distinguir ambos productos.
En esta ocasión no fue un estudio de la Profeco, sino un académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), quien detalló cómo se puede distinguir la carne equina de la bovina. En tanto que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hizo un estudio acerca de su consumo en México, el cual parte de prácticas deshonestas de los proveedores.
¿Cómo puedes distinguir la carne de caballo de la de res?
Pedro Hernández Briano, académico de la UAZ, reveló que el primer paso para distinguir la carne de caballo de la de res es el color, ya que tiene una tonalidad rojiza e intensa. Lo siguiente es la apariencia, puesto que no tiene grasa (es puro músculo), pero esto la hace más flácida con respecto a la de bovinos.
Tanto el olor como el sabor de la carne de caballo es más dulce que la de res, a causa de una mayor cantidad de glucógeno -un carbohidrato y que forma parte de las reservas energéticas de los seres vivos-, refiere el académico. Finalmente, tras cocerla o freírla (como en los tacos) la carne de 'cuaco' resultará más dura que la de res.
Te podría interesar
María Rubio y Juan Francisco Hernández, académicos de la UNAM, hicieron una reveladora investigación en 2017, cuando determinaron la cantidad de carne de caballo que se vende en México: 10 por ciento de las 433 muestras dieron positivo a ADN de equino; en urbes como Ciudad de México, Chihuahua y Pachuca, la positividad alcanzó hasta un 12 por ciento.
¿Y qué tan saludable es consumir carne de caballo?
La misma investigación de la UNAM determina que la carne de caballo "presenta claros riesgos a la salud humana", debido a que los equinos son criados como animales de compañía y no para consumo, "probablemente han ingerido, han sido tratados o inyectados con sustancias químicas, peligrosas para los humanos, muchas de las cuales se encuentran prohibidas para su uso en animales de crianza", apuntan.
Otro de los peligros que oculta la carne de caballo es la presencia de clembuterol, una sustancia utilizada como un medicamento por los veterinarios y que luego se empleó como anabólico -aumenta el crecimiento muscular-, pero que puede resultar perjudicial para los humanos si la ingesta diaria rebasa los 0.240 microgramos en una persona de 60 kilos. Aparte de que el uso de dicha sustancia va en contra de las normas oficiales mexicanas.
No obstante, un estudio de la Universidad Nacional de Colombia, a cargo de Ana Milena Vanegas, determinó que la carne de caballo también es una "excelente fuente de proteínas", ya que oscila al 20 ó 22 por ciento; cuenta con un bajo contenido de grasa intramuscular; aparte de minerales como el hierro, fósforo y zinc.
La venta de carne de caballo no se encuentra prohibida en México, pero puede ser considerada como una práctica desleal y puede ser denunciada ante la Profeco.