‘Godín’ que se respeta es fan de los recipientes de plástico, pues la versatilidad de estos ayuda a transportar cualquier alimento de manera segura, pero ¿sabes cuándo se deben cambiar?
‘Todo por servir se acaba’, es el viejo refrán que le queda como anillo al dedo, pues a pesar de que los diferentes trastes son resistentes al calor y a los cambios de temperatura, el lavarlos constantemente puede formar hendiduras donde se puede quedar comida de otros días.
Esto no solo podría alterar el sabor, sino que hasta se podría contaminar tu comida con hongos.
¿Cuándo debes cambiar el recipiente?
De acuerdo con el medio La Vanguardia, el tecnólogo alimentario y divulgador científico en el blog SefiFood, Mario Sánchez, las grietas o roces son considerados un indicativo para cambiar de envase.
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Asimismo, sucede en la pérdida de la dureza y consistencia de los plásticos.
Aunque la coloración también puede ser una de estas señales.
“Si el color de algún alimento almacenado sigue persistiendo es porque hay pequeñas grietas en el plástico y los restos están permaneciendo acumulados ahí de alguna forma. Con el olor sucede lo mismo, si huele a muerto, mejor tiralo”, indicó.
Por su parte, el Doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos Miguel Angel Lurueña explica que se debe hacer el cambio de traste por sentido común como olores, marcas, deformaciones, rayones y coloraciones.
Cualquiera de estas manifestaciones es suficiente para decirle adiós a nuestro recipiente y 'comenzar la búsqueda de un nuevo compañero que pueda satisfacer nuestras necesidades, y ahora sí, sabiendo qué queremos de él y usándolo adecuadamente para no volver a cometer los mismos errores del pasado'.
Además es necesario que realices este análisis riguroso en cada uno de tus recipientes, en especial si ya tienen más de un año de uso, ya que también se considera el tiempo promedio en que se deben utilizar. _Con información de La Vanguardia.