Platillos como los aros o un alambre requieren de picar cebolla y existen numerosos métodos para no llorar, pero lo que muchos se preguntan es cómo se puede quitar el sabor picoso de este vegetal y que las comidas queden con un mejor sabor; a continuación te damos un truco secreto para que no sea tan irritante.
Las cebollas son un alimento rico en nutrientes como minerales: calcio, hierro, magnesio y fósforo; además de vitaminas como B3, B6, C y E, éstas últimas dos tienen un efecto antioxidante, por lo que retrasan el envejecimiento celular. El 90 por ciento del contenido de este vegetal es fibra.
¿Cuál es el truco para quitarle lo picoso a la cebolla?
El truco para quitarle lo picoso a la cebolla es bastante sencillo: llena un bol o tazón con agua y pon bastante hielo, enseguida vacía las rodajas, julianas o cubos de cebolla. Déjala ahí durante al menos 15 ó 20 minutos. Gracias a lo anterior ya no tendrá ese sabor ácido que puede ser poco compatible con tus alimentos y quedará crujiente.
Existen otros dos tips para que tu cebolla ya no pique, aunque cambiará su sabor natural: el primero es poner el sal en agua fría y ahí poner tus rodajas durante 5 ó 10 minutos... si bien quitará el picante, es posible que cambien a un sabor salado y que no gusta a todas las personas, por lo que hay otra mejor opción.
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Si quieres quitarle el picor a la cebolla y quede con un sabor exquisito, lo mejor será sumergirla en un lapso de 5 a 10 minutos en vinagre de manzana. Una de las ventajas de este tip es que la cebolla queda curtida, lo cual le da un sabor más ameno y que le dará el toque ideal a tus alimentos.
Para un sabor dulce, la cebolla también se puede sumergir algunos minutos en leche... aparte de que no le quitará lo crujiente, en el caso de que busques hacer un platillo donde deba quedar 'crocante'. Lo que no se aconseja es el jugo de limón, pues le puede dejar un sabor bastante ácido.
¿Y cómo quitarle el sabor picoso al ajo?
Al igual que ocurre con la cebolla, una de los trucos para eliminar el sabor picoso del ajo y sin que pierda sus propiedades es sumergir los dientes (o rodajas) en vinagre de manzana, lo cual ayudará a suavizar su sabor, pero sin que pierda todo aquello que lo caracteriza y le da un toque especial a las comidas.
El sabor picoso del ajo se da por una sustancia conocida como alicina, misma que ocasiona mal aliento en las personas y hasta molestias digestivas. Estos trucos (antes secretos) te ayudarán a que tanto la cebolla como el ajo tengan un sabor más ameno y los disfrutes más en tus platillos.