El pollo es uno de los alimentos de origen animal que más se consumen a nivel mundial, por lo que es importante que todas las personas sepan determinar cuando se encuentra en buen o mal estado y así evitar enfermedades u otros riesgos para la salud.
Que un alimento se encuentre en mal estado significa que es muy probable que desarrolle el crecimiento de bacterias en él, las cuales pueden ser perjudiciales para tu salud.
Dichos microorganismos pueden propiciar lo que se conoce como enfermedades transmitidas por alimentos o intoxicación alimentaria.
¿Cómo saber si el pollo está en mal estado?
Para saber si el pollo está en mal estado, se pueden verificar 4 características de la carne, las cuales son las siguientes:
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Color
Cuando el pollo se encuentra bien, su piel suele ser blanquecina o amarilla, mientras que la carne se observa rosada. Por otra parte, cuando está en mal estado puede tornar a un color gris y lo mejor es no consumirlo.
Aroma
Cuando el pollo comienza a echarse a perder emite un aroma 'desagradable', fuerte y amargo, típico de un alimento podrido, así que es una de las características principales para verificar que la carne está mal.
Textura
Cuando la carne de pollo se encuentra en buen estado, es tersa y firme, pero cuando el alimento ya no es seguro para el consumo, la carne se vuelve pegajosa al tacto y se observa inusualmente "viscosa".
Presencia de Moho
La presencia de moho no es para nada una característica que presente un alimento en buen estado, así que, si el pollo tiene alguna mancha de color verde, negro o blanco, es mejor tirarlo.
El moho se produce por distintos tipos de hongos microscópicos que pueden ser peligrosos para la salud humana y no es recomendable sólo cortar la parte en la que se ve, pues es probable que todo el alimento esté infectado.
La verificación de todas estas características en el pollo debe realizarse tanto al momento de adquirir el alimento en el supermercado, como al sacarlo del almacenamiento de la nevera para cocinarlo.