Sin importar si tu 'lomito' pertenece a las razas que viven menos o aquellas que son más longevas, en algún momento (y esperemos muy lejano) tendrá que partir. En la Ciudad de México existe un cementerio para preservar la memoria de las mascotas, en caso de que sus dueños no elijan la clásica cremación.
En caso de que quieres despedir a uno de los perritos más fieles como es debido, el cementerio de mascotas Ameyalco 'Jardín para un amigo' es una de las mejores opciones en la Ciudad de México. A continuación te decimos dónde se ubica y cuáles son los servicios que ofrece.
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¿Dónde hay un cementerio para mascotas en la CDMX?
El cementerio de mascotas Ameyalco 'Jardín para un amigo' se localiza en el kilómetro 20.7 de la carretera federal A México-Cuernavaca, en la alcaldía Magdalena Contreras, al sur de la capital del país, donde los 'lomitos' son despedidos de manera solemne y acorde a todo el cariño que brindaron a sus dueños durante su existencia.
Cuando una persona entierra a un perrito, los propietarios del cementerio de mascotas siembran una plantita o un árbol que crecerá sobre el sitio donde reposa uno de los mejores amigos del hombre. Este sitio es administrado por la familia Sánchez y se trata de una zona rodeada por los bosques del Ajusco.
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Para solicitar un servicio, las personas tienen que llamar al número telefónico 55 7727 3997 o enviar a un correo electrónico cementerio.ameyalco@outlook.com. En este camposanto no sólo reposan perritos, pues también se permite enterrar otras mascotas como gatos o aves.
¿Cómo superar la muerte de un perrito?
Superar la pérdida de un 'peludo amigo' y afrontar el duelo puede ser un reto para los dueños de mascotas, sin embargo, pueden recurrir a los veterinarios con especialidad en tanatología -una disciplina integral para ayudar a los deudos a enfrentar la muerte- y así recibir la ayuda necesaria para cada caso.
Platicar con un especialista, sea un tanatólogo o un psicólogo, permitirá a la persona hacer frente a la muerte de un perrito o un gatito. Es indispensable estar preparado y listo para asumir los cuidados de otra mascota, antes de comprar un nuevo 'lomito'.