Los choferes de la Ciudad de México llevan dos semanas protestando por un incremento en la tarifa del transporte colectivo concesionado porque, aseguran, sus ganancias actuales no son suficientes para dar mantenimiento a las unidades y garantizar ingresos para sus familias.
Exigen 3 pesos adicionales a la tarifa mínima de 5 pesos que actualmente se cobra, pero el gobierno capitalino solamente concedió un alza de 1 peso.
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Francisco Martínez Guerrero, conductor de Ruta 70 de Tlalpan que va del Estadio Azteca al Ajusco, explicó que el aumento aprobado es mínimo y no le ayudará a solventar sus gastos.
En entrevista con Grupo Fórmula, compartió que puede llegar a gastar 1 mil 600 pesos diarios en combustible, a pesar de que sus ingresos por pasajes se ubican entre 800 y mil pesos cada día. Pero, además, su camión está actualmente inutilizado: tiene una unidad Euro 5 con la bomba de urea descompuesta y la reparación le costará 35 mil pesos.
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"¿Cómo le voy a hacer? Quién sabe", comentó con preocupación; y añadió que el repuesto de cada llanta le sale en 6 mil pesos.
Jorge Díaz, chofer de la Ruta 11 de Iztapalapa, remarcó que desde la pandemia de COVID-19 el litro de gas combustible subió de 7 a 12 pesos y el número de pasajeros se redujo.
Además, debe gastar en el mantenimiento de su unidad cada que sea necesario. No es un gasto que puedan calendarizar porque "no le puedes decir a los fierros que no se descompongan". Por ello, gastó en repuestos de bujías, balatas, aceite, luces, marchas y por el trabajo de los mecánicos, aunque ha optado por omitir este último gasto y hacerlo por su cuenta.
"Nos hemos convertido en pintores, mecánicos, de todo, porque no alcanza para pagar mano de obra", explicó a Grupo Fórmula.
¿Cuánto cuesta renovar un camión de transporte público?
Las unidades de transporte que conducen los choferes concesionados de la Ciudad de México están, en su mayoría, demasiado viejas para seguir en circulación. Muchas ya no cuentan con repuestos disponibles en el mercado. Sin embargo, los transportistas no están en condiciones de adquirir un nuevo camión pues los precios de un nuevo camión alcanzan los 2 millones de pesos.
Francisco intentó adquirir un autobús nuevo, valuado en 1 millón 800 mil pesos, con apoyo de una financiera. Pero los intereses fueron tan altos que está a punto de perder la unidad y los 800 mil pesos que ya desembolsó.
"Haciendo las cuentas, ya nada más debo 1 millón por el camión. Llevaba 2 años pagando ¡y ya debo todo otra vez!, como si no hubiera pagado nada. Yo les dije que sí, devuelvo la unidad, pero que me regresen el enganche que les di", comentó.
El conductor explicó que el alto costo de los camiones nuevos es la razón por la que muchos transportistas se rehúsan a participar en el proceso de "chatarrización" que impulsa el gobierno local. Se trata de un programa que entrega un bono de 450 mil pesos, es decir, 25 por ciento del costo total la unidad de contado, a transportistas a cambio de sus viejos camiones para motivarlos a que adquieran un nuevo modelo.
El bono, sin embargo, no representa ni la tercera parte del dinero que los transportistas deberán desembolsar. "Por eso muchos no han agarrado el bono. Se van a quedar con la deuda y van a perder su camión. Lo van a perder todo", explica Francisco Martínez en entrevista.
Los transportistas, organizados en la agrupación Fuerza Amplia de Transportistas, advirtieron que no se conformarán con el aumento de 1 peso anunciado por el gobierno de Claudia Sheinbaum y que analizarán las siguientes acciones que emprenderán para exigir una solución a su problema.