Sofía Morales tenía 17 años y acababa de concluir sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) Número 4 "Vidal Castañeda y Nájera" de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La adolescente soñaba con convertirse en artista e iba a estudiar en la Facultad de Artes y Diseño, también de la máxima casa de estudios; sin embargo, el pasado 8 de abril fue víctima de feminicidio en su fiesta de graduación.
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Esa fue la primera y la última fiesta a la que la joven asistió. Sofía Morales fue víctima de una intoxicación, junto con una de sus amigas, producida por una bebida alcohólica que una de sus compañeras le dio en el Bar Marvelous, donde se realizó la celebración. La otra adolescente, identificada como Karina, sólo bebió un poco de lo que le dieron, pero la víctima de feminicidio ingirió todo.
Lo que provocó que Sofía Morales se desmayara y Karina se empezara a sentir mal, dos de sus amigas notaron que ambas adolescentes no estaban bien y pidieron ayuda.
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Al lugar llegó una ambulancia que trasladó a las cuatro jóvenes al Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, localizado a kilómetro y medio del bar. Aunque cuando llegaron Sofía Morales ya no tenía signos vitales y Karina estaba en estado crítico.
La Fiscalía activó el protocolo de feminicidio
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) le informó a la familia de Sofía Morales que iba a investigar su asesinato como un homicidio culposo, pero sus familiares exigieron que activaran el Protocolo de Feminicidio; pues todo apuntaba a que los agresores de las dos jóvenes querían violentarlas.
Además, el personal de dicha dependencia les explicó que ese era un modus operandi de varios agresores sexuales: intoxicar a sus víctimas para agredirlas sexualmente y, en algunos casos, desaparecerlas.
El pasado 9 de abril la FGJCDMX activó el Protocolo y ordenó la intervención de la Fiscalía Especializada para la Investigación del Delito de Feminicidio; así como de la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas.
Los dueños del bar no han querido colaborar
Gerardo Romero, tío de la víctima de feminicidio, dijo a Grupo Fórmula que los dueños del Bar Marvelous, ubicado en la colonia Doctores, no han querido colaborar con las investigaciones.
La familia de la víctima les pidió los videos de las cámaras de seguridad y no se los quisieron entregar, bajo el argumento de que el crimen ocurrió afuera del lugar.
Su tío también denunció que los dueños pagaron dinero a diversos medios de comunicación para que difundan esa versión y evitar que les clausuren el lugar. Ello, a pesar de que los testigos confirmaron que sucedió adentro.
La Fiscalía identificó a los presuntos agresores
Karina fue dada de alta del hospital el pasado 10 de abril y ese día visitó a la familia de Sofía Morales en el velatorio. Ahí les contó que en la fiesta había estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM, y el pasado 12 de abril se presentó en la Fiscalía de la CDMX para declarar.
La joven reveló que una de sus compañeras de la escuela fue la que les dio la bebida que les provocó la intoxicación. Aunado a ello, señaló que la presunta involucrada estaba con algunos de los organizadores y acusó que ellos eran de la FES. Hasta ahora, se desconoce la identidad de los posibles responsables.
La familia de la joven de 17 años espera que los detengan pronto, de acuerdo con su tío, para que se haga justicia.
Realizan marcha para exigir justicia
Algunas colectivas, amigas y compañeras de la víctima se reunieron este 13 de abril en el Ángel de la Independencia para marchar hacia el Zócalo de la CDMX y exigir justicia por el feminicidio de Sofía Morales.
"¡Sofía, hermana, aquí está tu manada!, ¡no fue un homicidio, fue feminicidio!", gritaron mientras avanzaban por Avenida Paseo de la Reforma.
Entra las asistentes estaba Daniel Morales, hermano de Sofía, quien agradeció a todas las mujeres que se reunieron para exigir justicia por su hermana. También pidió seguridad para todas las mujeres de este país para que puedan salir sin tener miedo a no regresar.
Sofía Morales era una "amante del arte", así la describen sus familiares. Le gustaba dibujar y pintar, a través de sus ilustraciones se manifestaba contra la violencia de género y el pasado 8 de marzo salió a las calles de la CDMX para protestar con miles de mujeres. Este martes marcharon por ella.