Cada 8 de septiembre se festeja a la Virgen de los Milagros de Cuernavaca, y junto a la festividad religiosa se realiza la feria patronal más importante de Morelos, la Feria de Tlaltenango.
La Parroquia de Tlaltenango, que alberga a la imagen de Nuestra Señora de los Milagros es el santuario mariano más importante de la región. Recibe peregrinaciones de todo el estado de Morelos y de distintas entidades de México, algunos realmente lejanos.
Historia de la aparición de la Virgen de los Milagros en Tlaltenango
Tlaltenango es uno de los 12 pueblos originarios de Cuernavaca, casi todos ellos ya son zonas urbanas, pero conservan hasta cierto grado sus tradiciones y costumbres.
Te podría interesar
La aparición de la Virgen de los Milagros tiene más de 300 años de historia y tradición.
Cuenta la leyenda que hacia finales de mayo de 1720 llegaron a Tlaltenango, provenientes de Acapulco, dos hombres jóvenes, de aspecto hermoso o "angelical", que cargaban un baúl o cofre de apariencia valiosa y cerrado por un pesado candado.
Se hospedaron en la posada (casa de huéspedes) de Doña Agustina Andrade. Cuando decidieron partir, pidieron a Doña Agustina que les cuidara el valioso arcón.
Desde el principio, el arcón intrigó a Doña Agustina, quien lo rondaba constantemente y se dio cuenta de que del interior salía una lucecita, se escuchaba una vocecita como cantando y se percibía un aroma floral.
Intrigada todavía más, Doña Agustina acudió a la Parroquia del Calvario y le contó a Fray Pedro de Aranda lo ocurrido. Éste, acompañado del alcalde mayor de Cuernavaca acudió a la posada y ordenó se abriera el pesado candado.
En el interior del arcón se encontró la imagen de la Virgen de los Milagros que resplandeció ante sus ojos.
Esto sucedió el 30 de agosto de 1720... Hace más de 300 años.
La Virgen fue llevada a la Parroquia del Calvario y se le realizó un novenario (rezos y alabanzas durante 9 días) y que finalizó el 8 de septiembre, fecha en que se le conmemora hasta el día de hoy.
Pero hay una controversia sobre los dos viajeros, que nunca regresaron. ¿Eran ángeles o demonios? La mayoría piensa que eran ángeles que llevaron la imagen de la Virgen como regalo... Pero hay quienes piensan que eran demonios que se habían robado la santísima imagen, y al no poder destruir una imagen divina, la habían encerrado en el arcón para que no la pudieran adorar.
La Feria de Tlaltenango
Durante el novenario se realiza la Feria de Tlaltenango que se caracteriza por
- El recibimiento de peregrinaciones provenientes de diferentes partes de Morelos y de otros estados, algunos tan lejanos como Jalisco y Coahuila.
- La realización de múltiples danzas en honor a la Virgen.
- Puestos de comida típica, que por la temporada abunda en esquites y elotes asados o hervidos.
- Un tianguis de piezas de barro provenientes de la zona poniente de Morelos e incluso del estado de México, Puebla y Oaxaca
- Pirotecnia y la quema de un "castillo" el mero 8 de septiembre
Todo esto mezclando la devoción mariana y la alegría de los asistentes.
como la definió el antropólogo Miguel Morayta: Tlaltenango, una feria rural muy urbana
Milagros y peregrinaciones
Muchas son las peregrinaciones que acuden a ver a la Virgen para adorarla, para pedirle algún milagro o para cumplir una "manda".
La más importante es una peregrinación proveniente de Iztapalapa en la Ciudad de México y cuyos integrantes tradicionalmente adornan la fachada de la Parroquia de Tlaltenango con una especie de retablo gigante compuesto por flores.
Según algunos relatos hacia 1890 hubo una epidemia de cólera en Iztapalapa, una de tantas que han azotado a ese pueblo. Un grupo de peregrinos marcharon en peregrinación hacia Tlaltenango como manda para que la peste terminara. Cuentan que a su regreso se obró el "milagro" finalizando la enfermedad. A partir de ese entonces se prometieron peregrinar al santuario cada año y adornar la fachada de la iglesia.
Así que ya lo sabes, visita la Feria de Tlaltenango, una devoción a la Virgen de los Milagros en el poblado de Tlaltenango en Cuernavaca, que con sus más de 300 años de tradición sorprende a fieles, peregrinos y visitantes.