Aunque el uso de la tarjeta de crédito ha disminuido en el país, de acuerdo con datos de Tresearch México, se mantiene como un método para hacer compras de modo fácil y sin la necesidad de cargar efectivo... pero las cuentas siempre deben ser pagadas por el propietario del plástico, ya que de lo contrario puede cometer un delito fiscal que es penado hasta con 17 mil pesos.
Cuando una persona presta su tarjeta de crédito a un tercero, sea un familiar, alguna amistad o persona conocida, comete un ilícito denominado como discrepancia fiscal y puede ser multado por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT). A continuación te explicamos en qué casos las personas infringen la ley.
¿Por qué te multan al prestar tu tarjeta de crédito?
De acuerdo con lo que establece la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), en su artículo 91, las personas cometen el delito de discrepancia fiscal cuando el monto erogado sea superior a los ingresos durante un año, es decir, que gastó más de lo que gana y, además, lo omitió dentro de sus contribuciones.
Cuando una persona presta su tarjeta de crédito a un familiar o amigo, y éste adquiere un producto o servicio, fiscaliza un nuevo gasto ante el SAT... el cual no va a 'cuadrar' en el ingreso del titular del plástico, pese a que le den el dinero en efectivo, por lo que el SAT lo tomará como una discrepancia fiscal.
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Dentro del mismo artículo 91, el SAT afirma que las erogaciones que se toman en cuenta son las realizadas por una persona física a través de las tarjetas de crédito, inversiones financieras, gastos, adquisición de bienes y depósitos en cuentas bancarias. Y aclara que NO se tomarán en cuenta "los depósitos que el contribuyente realice en cuentas que no sean propias".
¿Cuál es la multa por prestar tu tarjeta de crédito?
El SAT impone una multa de hasta 17 mil pesos, en caso de hallar discrepancias fiscales en los usuarios (as) de tarjetas de crédito e incluso penas que van de los tres a los nueve años de prisión. No obstante, las personas pueden justificar que prestaron su tarjeta de crédito a través de un escrito dirigido al SAT y con las pruebas necesarias para no pisar la cárcel.
La autoridad fiscal deberá notificar en un plazo de 20 días hábiles tras detectar la discrepancia fiscal, y es ahí cuando la persona física puede justificar el gasto erogado, siempre y cuando, cuente con los medios como facturas o tickets. Para evitar problemas, sugieren no prestar las tarjetas de crédito a terceras personas.