En Yucatán los tamales se preparan de diversas formas y con distintos rellenos, siendo la masa de maíz la base de todos ellos. El tamal yucateco se distingue por su sabor y su preparación, que a menudo incluye ingredientes autóctonos como el achiote, la chaya, y las hierbas locales.
Uno de los tamales más conocidos es el tamal de cerdo con achiote, que se prepara con carne de cerdo marinada en una salsa a base de achiote, cebolla, ajo y otras especias, lo que le da un color rojo vibrante y un sabor único.
El tamal de Xpelón es otro de los más tradicionales. Este tamal se caracteriza por su relleno de frijol negro, mezclado con la masa, lo que le da una textura suave y un sabor profundo, y se acompaña frecuentemente de carne de cerdo o pollo. Este tamal también es conocido como tamal colado, ya que la masa y el frijol se mezclan bien, creando una consistencia más suave que los tamales tradicionales.
Los tamales de chaya o dzotobichay son un clásico yucateco que resalta la importancia de la chaya, una planta autóctona de la región. La chaya, al ser mezclada con la masa, da un sabor y color verde característico a estos tamales, que son tanto nutritivos como deliciosos.
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Los vaporcitos o tamales torteados son otra variante popular. Estos tamales se cocinan envueltos en hojas de plátano, pero su particularidad radica en que la masa se "tortea" o aplana antes de ser cocida, lo que les da una textura más densa y esponjosa. Su relleno puede variar, siendo comunes las versiones con pollo, puerco o carne molida, lo que les aporta un sabor robusto y sabroso.
Los tamales colados se preparan de manera similar, pero su característica principal es que la mezcla de masa y relleno se cuela, logrando una textura más fina y un sabor más sutil, que se aprecia con cada bocado. Generalmente, con relleno de pollo, y son especialmente populares durante las festividades de la Candelaria, ya que son suaves y fáciles de digerir, perfectos para compartir en familia.
Una tradición que une a las familias yucatecas
El Día de la Candelaria en Yucatán es una oportunidad para compartir en familia y comunidad. Las casas se llenan de tamales recién hechos, y es común ver a los yucatecos disfrutar de estos manjares acompañados de atole o chocolate caliente. Además, este día tiene un carácter especial porque marca el final de la temporada navideña, haciendo de los tamales una tradición que cierra el ciclo festivo de manera memorable.
En resumen, el Día de la Candelaria es una celebración en la que los tamales yucatecos son los protagonistas. Con su variedad de sabores y la calidez de las costumbres locales, estos tamales se han ganado un lugar especial en los corazones y paladares de los yucatecos, representando la riqueza cultural y gastronómica de la región.
