Los huevos motuleños son un platillo tradicional que tiene su origen en la ciudad de Motul, ubicada en el estado de Yucatán, México. Esta receta se remonta a principios del siglo XX y se atribuye al célebre político yucateco Felipe Carrillo Puerto, quien fue gobernador del estado y conocido por su lucha por los derechos de los trabajadores y campesinos.
Su gestión como gobernador del político que admira el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue progresista en todos los aspectos: Instituyó los lunes culturales y reconoció los derechos políticos de la mujer.
Se dice que los huevos motuleños fueron creados en su honor durante una visita a Motul, y desde entonces, este platillo se ha convertido en un ícono de la gastronomía yucateca.
Preparación
La preparación de los huevos motuleños es relativamente sencilla pero requiere de varios ingredientes que aportan una combinación única de sabores y texturas. Para empezar, se necesitan tortillas de maíz, frijoles refritos, huevos, plátanos machos maduros, jamón, salsa de tomate, chícharos (guisantes) cocidos, queso fresco, y aceite vegetal.
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Primero, se fríen las tortillas de maíz en aceite hasta que estén crujientes y se dejan escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Luego, se pelan y cortan los plátanos machos en rodajas y se fríen hasta que estén dorados. Los plátanos se reservan mientras se procede a freír los huevos al gusto, generalmente estrellados.
En paralelo, se puede preparar una salsa de tomate casera, la cual se hace con tomates, cebolla, ajo y chile, todo cocido y licuado hasta obtener una salsa espesa y bien sazonada. También es posible utilizar salsa de tomate comprada, según la preferencia.
Para servir el platillo, se coloca una tortilla frita en un plato, se unta con una capa generosa de frijoles refritos y se coloca un huevo frito encima. Luego, se añaden rodajas de plátano frito, cubos de jamón y chícharos cocidos. Por último, se vierte un poco de salsa de tomate sobre el conjunto y se espolvorea queso fresco desmoronado. Este proceso se repite para cada porción.
Los huevos motuleños se sirven calientes y son ideales para el desayuno o el brunch debido a su combinación de ingredientes nutritivos y energizantes. La presentación es fundamental para apreciar la riqueza del platillo: se coloca cada tortilla individualmente en el plato, decorada con los ingredientes de manera equilibrada para que cada bocado tenga un poco de todo.
Además, los huevos motuleños suelen acompañarse con un café de olla o un jugo de naranja fresco, lo que complementa perfectamente los sabores robustos del platillo.
En Yucatán, es común encontrar este platillo en los menús de los restaurantes locales, y cada hogar puede tener su propia versión, agregando o modificando ingredientes según las preferencias familiares.
En resumen, los huevos motuleños no solo son un festín para el paladar, sino también un reflejo de la rica herencia cultural y culinaria de Yucatán, combinando ingredientes locales con influencias históricas y creando una experiencia gastronómica única.