¿Alguna vez te has preguntado por qué hay huevos de gallina blancos y rojos? Si tu respuesta es sí, hoy por fin saldrás de la duda, porque te revelaremos la razón.
El color del cascarón de los huevos, que puedes comer revueltos, estrellados o como se te ocurra, se debe única y exclusivamente a los factores genéticos de las gallina que los ponen.
En otras palabras, las gallinas con plumaje blanco ponen huevos blancos; en tanto, las de plumas marrón o "gallinas coloradas", ponen huevos rojos.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) explica que, los "pigmentos protoporfirina, biliverdina y quelato de zinc de biliverdina son los responsables de la coloración del cascarón".
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¿Qué diferencias hay entre los huevos blancos y rojos?
Se cree que una diferencia entre los huevos blancos y rojos es que, el segundo tiene el cascarón más grueso; sin embargo, no es así.
El grosor del cascarón depende de la edad de la gallina; es decir, entre más joven sea, su huevo tendrá más gruesa la corteza y viceversa.
Por otra parte, hay quienes consideran que el huevo blanco es más nutritivo, lo cual también es un mito, ya que ambos productos son igual de ricos en proteínas.
Los huevos, sin importar el color de su cascarón, son una gran fuente de albúmina, que es la parte blanca del huevo (clara), y lípidos (yema).
La clara está formada por 90 por ciento de agua y el resto son proteínas; es así que éste es el único alimento que aporta proteínas sin grasa. La yema es la tercera parte del huevo y se compone principalmente de grasas saludables, vitaminas, proteínas y minerales, aportando en conjunto 60 calorías.
Ya que el grosor del cascarón ni los nutrientes cambian, se puede concluir que la única diferencia entre los huevos blancos y rojos es el color; por lo tanto, el que elijas para tu desayuno es perfecto.
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