En el corazón de Yucatán, bajo el sol radiante que acaricia la tierra fértil, crece una fruta tan exótica como hermosa: la pitahaya, conocida también como la fruta del dragón. Originaria de las cálidas tierras de América Central y México, la pitahaya encuentra en Yucatán el clima perfecto para su desarrollo. Los agricultores locales cuidan con esmero los cactus que producen estas frutas, aprovechando su habilidad para resistir las altas temperaturas y suelos poco profundos.
Desde la cosecha hasta la mesa, la pitahaya se convierte en protagonista de diversas preparaciones que deleitan los paladares yucatecos. Algunos disfrutan de su frescura como colación diaria, cortando la fruta en mitades y comiéndola directamente con una cuchara, deleitándose con su pulpa jugosa y ligeramente dulce.
Para aquellos que buscan una experiencia más elaborada, la pitahaya se transforma en jugos refrescantes que combinan su pulpa con otras frutas locales como mango o fresa, creando una explosión de sabores tropicales en cada sorbo. Los días calurosos invitan a disfrutar de helados y sorbetes preparados con esta fruta, ofreciendo una opción refrescante y nutritiva para toda la familia.
Pero la versatilidad de la pitahaya no se detiene ahí. En celebraciones y reuniones sociales, su vibrante color y sabor único la convierten en la estrella de cócteles y otras bebidas con "piquete", donde su pulpa se mezcla con licores y jugos para crear deliciosas mezclas que capturan el espíritu festivo de Yucatán.
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El secreto de su color tan característico radica en las betalaínas, pigmentos naturales que no solo adornan su piel con tonalidades rosadas y rojizas, sino que también protegen contra los radicales libres.
La pitahaya: salud y sabor en Yucatán
Más allá de su sabor inconfundible, la pitahaya aporta una variedad de nutrientes esenciales para la salud. Rica en vitamina C, fortalece el sistema inmunológico y combate los efectos del envejecimiento celular gracias a sus antioxidantes naturales.
Además de sus cualidades culinarias y nutricionales, la pitahaya se ha reconocido por sus posibles beneficios medicinales. Sus antioxidantes pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. La alta concentración de vitamina C refuerza el sistema inmunológico, mientras que su fibra favorece la salud digestiva y ayuda a mantener niveles de azúcar en sangre estables, siendo beneficiosa para personas con diabetes.
En conclusión, la pitahaya se erige no solo como una fruta tropical, sino como un símbolo de la riqueza cultural y natural de Yucatán, invitando a todos a disfrutar de su belleza, su sabor y sus beneficios nutritivos en cada bocado.
Con información de Rodrigo Vázquez