Desde su fundación en el año 1910, el Zoológico Centenario de Mérida ha sido un faro de conservación y entretenimiento para la ciudad y sus visitantes. su nombre se debe a la conmemoración de la independencia de México que se realizó el 18 de septiembre de 1910 Con más de un siglo de historia, este zoológico se ha consolidado como uno de los principales atractivos turísticos y educativos de la región, manteniendo viva la magia de la naturaleza y promoviendo la importancia de la conservación de especies.
El Zoológico Centenario es reconocido por su emblemático trenecito, el cual fue inaugurado el 7 de mayo de 1955 por iniciativa de de las damas de sociedad de la dicha época. Esta es una atracción clásica que permite a los visitantes recorrer cómodamente sus vastas instalaciones mientras observan de cerca a una amplia variedad de animales. Desde los majestuosos leones hasta los curiosos monos, pasando por las Cebras y las Jirafas, el zoológico alberga una diversidad de especies que cautivan a personas de todas las edades.
Además, "el centenario" como es conocido por los yucatecos cuenta también con otras atracciones como los son áreas de picnic, comedor, juegos mecánicos, un teleférico, ruta de balsas, entre otras.
Un espacio de encuentro con la naturaleza y compromiso ambiental en Mérida
Más allá del entretenimiento, el zoológico tiene un compromiso profundo con la conservación y la educación ambiental. A través de programas educativos innovadores, charlas informativas y actividades interactivas, los visitantes tienen la oportunidad de aprender sobre la importancia de la biodiversidad y la preservación de especies en peligro de extinción.
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El zoológico cuenta con una variedad de hábitats especializados, incluyendo un acuario fascinante que sumerge a los visitantes en el mundo submarino, un herpentario que exhibe una colección de reptiles fascinantes, y un aviario donde se puede observar una gran diversidad de aves tropicales en libertad.
Entre sus habitantes más destacados se encuentran los hipopótamos, que encantan a los visitantes con sus actividades acuáticas, así como los felinos majestuosos que representan la fuerza y elegancia de la fauna salvaje. El primateario es otro punto de interés, donde se pueden observar diferentes especies de primates en entornos que simulan su hábitat natural.
En resumen, el Zoológico Centenario de Mérida es mucho más que un simple parque zoológico; es un centro de conservación, educación y diversión responsable que continúa inspirando a las generaciones presentes y futuras a cuidar y apreciar nuestro invaluable patrimonio natural.
Con información de Fernando Hoil y Rodrigo Vázquez