No se puede hablar de Veracruz, sin mencionar uno de los sitios más emblemáticos y más representativos del puerto jarocho, me refiero… ¡Al Gran Café del Portal!, un lugar que alberga el origen de un pueblo, su historia y sus tradiciones.
El recinto se ubica sobre la esquina de la Avenida Independencia y Gutiérrez Zamora, del Centro Histórico de la Ciudad de Veracruz y data del año 1611 según el testimonio de José Antonio Toca Fernández, heredero y propietario de este bellísimo lugar-, el cual es comprado por su abuelo en 1926.
Toca Fernández menciona que de acuerdo a las ordenanzas del Rey Felipe II, tenía que estar en los centros de las ciudades conformados de una manera similar, es decir; en todas las Plazas de Armas o Zócalos de la Nueva España tenían que estar concentrados los inmuebles que representaban los tres poderes (Económico, Político y Religioso), sobre lo que se llamaba “La Banda de Huitrón.”
José Antonio recalcó que el Gran Café del Portal inicia con la recuperación del inmueble en el año 1995, originalmente su abuelo “Don Pepe” tenía el Gran Café de la Parroquia en ese recinto, pero con el paso del tiempo y una serie de incidentes, unos sobrinos suyos; trabajaron el negocio para después quedarse con el nombre y del negocio.
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Su madre como tal, siguió siendo la propietaria del inmueble y cuando lograron recuperarlo después de un extenuante y largo juicio de veintiún años, comenzaron a trabajar y llamarlo como es conocido en la actualidad “El Gran Café del Portal”.
Orígenes y datos curiosos
La familia Fernández emigró desde España, para ser precisos de Santander, pero hicieron de México y de Veracruz, su lugar de arraigo, donde la semilla de la vida floreció a base de trabajo y esfuerzo, en tiempo de guerra en la Madre Patria.
Aclara el empresario, que sus abuelos no fueron exiliados, por el contrario, emigraron porque deseaban tener un mejor nivel de vida y tan es así, que ellos forman parte del desarrollo del Veracruz PostRevolucionario y tanto fue su amor por el terruño, que sus cuatro abuelos fueron sepultados en tierras jarochas.
Historia del emblemático 'Tintineo'
En Veracruz, el “lechero” es la bebida preferida por excelencia, venir al puerto jarocho y no pedir un lechero golpeando el vaso con la cuchara es simplemente imperdonable, pero ¿de dónde remonta esta peculiar costumbre? (todo tiene su origen, claro está).
En el puerto de principios y a mediados del siglo pasado, se utilizaba como medio de transporte el tranvía y sus operadores anunciaban su llegada golpeando una campana, José Antonio asevera que hubo un tranviario llamado Juan Román, cuya segunda parada era precisamente frente al café y hacía sonar su campana, para que el mesero saliera y le sirviera su tacita de café con leche. El tranviario descendía de la máquina, tomaba su taza de café y emprendía la marcha nuevamente.}
Con lágrimas en los ojos, el empresario veracruzano recordó la muerte de Juan Román, pues un rayo cayó en el tranvía mientras cubría su ruta y al fallecer; su cuerpo fue paseado por su antiguo recorrido y en señal de respeto, los comensales comenzaron a emular el peculiar tintineo golpeando el vaso de cristal con una cuchara, en señal de despedida y respeto por quien, durante muchos años, prestó su servicio a la comunidad.
Lo curioso fue que, al día siguiente se escuchó el singular llamado, pero Juan Román, físicamente ya no estaba; eran clientes que llamaban al mesero para que les sirviera el tradicional lechero y de ahí… ¡El resto es historia!
¿Y qué es el lechero y porque solo se encuentra en Veracruz?
José Antonio Toca explica que se trata de un extracto de café servido en el vaso y a la hora que llama el comensal al mesero, llega con la leche bien caliente, la sirve y la “escancia” ¿para qué?, para liberar todos los olores, los aromas del café y esa oxigenación que le da, hace la espuma y hace el aroma dándole el toque especial, por ello; no es un café con leche normal, es un café concentrado que sale de las máquinas y al ser “escanciado” es la presentación que se le da a esta tradicional bebida, propia de los veracruzanos.
Por cierto… ¡Salió del Gran Café del Portal! (no de otro lado, porque tampoco es invención).
Anécdotas hay… ¡Y por montones!, que van desde aquel político que asesinó a un acérrimo rival frente al edificio Trigueros y regresó a tomarse su café, hasta de aquellas personas que con añoranza recuerdan que, en su infancia, visitaban el recinto con sus abuelos. Toca Fernández asegura que, en casi cien años, en ese lugar ha habido una innumerable cantidad de historias las cuales; podrían hasta plasmarse en un libro.
¿Te imaginas a Fidel Castro Ruz, tomándose una taza de buen café veracruzano?
¡Pues sí, así fue! Y para muestra, en el lugar hay una vieja fotografía donde muestra al líder de la Revolución Cubana, sin su típico uniforme militar sentado en una mesa y escribiendo unas notas.
Por ello, si vienes a Veracruz; es obligado parar en el Gran Café del Portal para degustar un exquisito lechero y por qué no, probar una deliciosa torta de pierna y otros platillos de excelso sabor para su paladar, acompañado del guapachoso sonar de la marimba y al lado de sus seres queridos.