Los portales de Veracruz se han convertido al pasar de los años en un referente para reunirse tanto veracruzanos, como turistas. Ocurre durante cualquier época del año, principalmente los fines de semana, pero las fechas como 24 y 25 de diciembre, así como 31 de diciembre y 1 de enero son motivo de brindis, abrazos, buenos deseos acompañados de buena música y la gastronomía veracruzana.
Los portales de Veracruz son el punto de reunión por excelencia antes de que concluya el día en las fechas claves de diciembre, al llegar la noche, solo se quedan lo turistas. Los veracruzanos aplican la de aquí se rompió una taza y cada uno para su casa; reciben la navidad o el año nuevo en familia.
“Los viejos edificios son del tipo soportàn, es un pórtico que ayudaba a soportar el sol en el siglo XVII, XVIII. Ya para cuando la ciudad fue creciendo se convirtieron en lugar de reunión por ser desde ese entonces una zona económica, ubicada frente a la plaza de armas de la ciudad, hoy conocida como zócalo.”
Así lo dice el escritor, Veracruzano Miguel Salvador Rodríguez Azueta.
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El también periodista refiere que la zona estaba flanqueada por los poderes de ese entonces, el político, el religioso y el económico.
Es decir, se ubicaban en el área el palacio municipal, la catedral, así como las mercancías que se colocaban en lo que eran los patios del puerto. La tradición de permanecer en el lugar en nochebuena y fin de año no es muy vieja, de hecho, inicio hace cuatro décadas aproximadamente.
En la actualidad la gente acude a los portales desde muy temprano y eso es a las diez u once de la mañana.
Se trata de una pasarela de los mejores atuendos para diciembre, las más exquisitas fragancias en el caso de las mujeres que dan un toque especial a los portales. La permanencia de horas permite que los comensales también puedan disfrutar de la gastronomía del estado que van desde mariscos, carnes, tortas o antojitos.
Miguel Salvador Rodríguez también recuerda los encuentros de los veracruzanos que por algún motivo se fueron lejos de la entidad, pero que regresan para pasar las fechas con la familia.
“Es el lugar de concurrencia de veracruzanos en exilio, no debemos olvidar que muchas personas que no están aquí en el estado viviendo o trabajando, que están fuera, hasta en el extranjero y de repente esa es la gran alegría de pasar el fin de año.”
Así se han convertido Los Portales de Lerdo en un lugar de reencuentros para amigos o hasta para las familias.
Los portales en algún episodio de la historia de Veracruz también han sido la zona en que los gobernantes acudían para darse el famoso baño de pueblo, al lugar llegaban desde gobernadores, hasta presidentes municipales para tomarse la foto y generar la imagen que posteriormente aparecía en los medios de comunicación.
Sin embargo, lo que sigue predominando es la convivencia entre veracruzanos y turistas que se ven contagiados de la alegría que transmiten músicos de son jarocho, son montuno, trova, norteños, marimba, eventos culturares y en ocasiones hasta mariachis.
Así, Los Portales de Lerdo, también so la pista de baile enmarcada con la hospitalidad veracruzana y los atardeceres de una bella ciudad y puerto como lo es Veracruz. La cantidad para gastar depende del presupuesto que traigan los ciudadanos, pero por persona puede ir de los setecientos a los mil pesos.