A mediados del pasado mes de mayo, la laguna Tarimoya de la ciudad de Veracruz estaba a punto de secarse, lo que provocó la mortandad de peces, sin embargo con las últimas lluvias este vaso regulador recuperó parte de su nivel. La tierra agrietada y la hierba seca eran el más claro ejemplo de las consecuencias del estiaje.
Se registró la mortandad de cientos de peces a causa de las altas temperaturas y la falta de oxigenación en lo poco que quedaba de agua.
Gracias a que llegaron las primeras lluvias y los escurrimientos, poco a poco la laguna recuperó parte del nivel que había perdido durante los meses más calurosos del año.
“Liberamos algunas chachaguas y una tortuga pinta ara que se vayan reproduciendo, hace unos días un amigo José Colorado liberó como 300 mojarras de distintos tamaños, pequeñas y mas grandes para que venga a desovar aquí y les pedimos a las autoridades que nos ayuden para poder que se reproduzcan, que (pongan letreros donde diga) que no se puede pescar”.
Entonces aparecieron algunos vecinos que desde hace años, en temporada de lluvias, se han dado a la tarea de repoblar el cuerpo de agua con crías de mojarra para que con el paso del tiempo se reproduzcan y se reinicie el ciclo de la vida, así lo informó José Tejeda, quien se encargó de la liberación de algunas tortugas.
Solicitó el apoyo de las autoridades competentes para colocar letreros en los que se pida no pescar en la laguna, esto con el objetivo de permitir que los peces se reproduzcan y puedan repoblar nuevamente el vaso regulador.