Símbolo de la mexicanidad, ícono de los grandes eventos de la historia de nuestra nación, así es descrita la figura del caballo.
Especie cuadrúpeda que el pasado 22 de Abril, cumplió 505 años de haber ingresado a México por el estado de Veracruz.
Hablar de este importante acontecimiento, es por todo lo que existe detrás y las repercusiones que ha tenido hasta el día de hoy, pues su incorporación a la sociedad lo convirtió un ícono para el país, pues sirvió para crear ingresos entre miles de familias.
Periodos que enmarcan la importancia de los caballos, son la Conquista con Hernán Cortés; suceso que logró a lomo de caballo y también; la Independencia del dominio español.
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¿Ya existía el animal?
Según datos obtenidos, el primer caballo que existió en América fue hace 55 millones de años y acorde con los historiadores; era del tamaño de un perro, sin embargo fue evolucionando hasta llegar a ser el imponente animal que conocemos en la actualidad.
Por razones geográficas, de alimentación y clima tuvo que migrar; por ello se extinguió en lo que ahora es el continente americano, pero con la llegada de Cristóbal Colón y posteriormente de Hernán Cortés, los equinos se adaptaron y comenzaron su natural reproducción.
Pero... ¿Por donde llegó?
Consta en datos bibliográficos, que el caballo como tal, entró por Veracruz y para ser precisos, por la Playa de Chalchihuecan en el municipio de La Antigua.
La historia relata que a la llegada del conquistador español, para impresionar a los totonacas, realizó una carrera para presentarles la figura del caballo, ya que no existía en esa época; situación que valió para imponerse y forjar una alianza con los pueblos indígenas. Posteriormente repitió con los cholultecas, tlaxcaltecas y otros pueblos prehispánicos para poder entrar a la ciudad de Tenochtitlan.
Los equinos ya eran animales domesticados al llegar a América, pero posteriormente algunos se escaparon y se convirtieron en caballos salvajes, de esa manera fue como en gran medida se extendieron en todo el territorio nacional.
Consecuentemente con las siguientes expediciones de Hernán Cortés, el número de caballos fue incrementando y a la postre se domesticaron, cultura que se fue inculcando a las futuras generaciones, incluyendo a los indígenas de esta zona.
La presencia del caballo en la historia de México
Realmente no se puede hablar de la historia de México, sin pensar en la figura del caballo. Este noble animal aportó como medio de trabajo y de transporte, pero en Veracruz ha tenido una participación significativa con las primeras “carreras parejeras”.
Como dato histórico, los únicos naturales novohispanos que tenían permiso de la corona para montar a caballo, fueron el cacique gordo de Zempoala y los cuatro señores de Tlaxcala así como sus descendientes, quienes apoyaron a Hernán Cortés en la guerra contra los mexicas o aztecas, así lo establece la historia contemporánea.
Después y a raíz de que los indígenas empezaban a ser parte de esta actividad, se especializaron en la monta y se destacaron por ser buenos jinetes, de ahí que naciera el deporte nacional conocido como la charrería.
Actividad que surge en el momento en el que se le permite a los novohispanos, el montar a caballo con la condición de no utilizar ninguna montura europea; por esa razón, los nativos crearon una propia así como su estilo para amansar y arrendar a los equinos.
¿Dónde radica su importancia?
La importancia de los caballos en América, sin lugar a dudas es indiscutible pues es aquí donde se creó la raza Azteca, una cruza de un Cuarto de Milla con un Español, otra es la Santa Gertrudis que fue creada por el ejército mexicano, para su uso exclusivo y del cual; tiene sus criaderos de alto rendimiento en el estado de Chihuahua.
Actualmente y con las nuevas generaciones, estos animales han gozado de la protección del ser humano, gracias a nuevas leyes que no permiten el maltrato, ni el trabajo forzado.
Las actividades ecuestres como las cabalgatas, jaripeos, rodeos y desfiles también se encuentran reguladas bajo estrictos estándares, para evitar que los caballos sufran de situaciones traumáticas que disminuyan su rendimiento, bien sea por lesiones o por golpes provocados.
En la actualidad, es muy común ver al propietario de un caballo hacerse acompañar de un médico veterinario zootecnista, que vigila en todo momento el estado de salud del animal en diferentes diligencias.
Por último, enaltecer la figura del equino es beneficiar al sector agropecuario y ganadero, pues tanto agricultores, productores de alimentos, fabricantes de ropa vaquera y de botas, artesanos o talabarteros que elabora las sillas de montar, las monturas, frenos y espuelas, así como las casas veterinarias, los laboratorios, los médicos veterinarios o los especialistas en equinos, dependen de esta actividad en más de 50 sectores de la población.