En la fecha señalada, chamanes, brujos y hechiceros buscan la playa de Chalchihuecan para llevar a cabo limpias, despojos, curaciones y toda clase de trabajos esotéricos, pues en su saber; el primer viernes de marzo es el tiempo de apertura de portales místicos, donde las energías (buenas y malas) hacen mayor acto de presencia en el plano terrenal para coadyuvar en las intenciones del ser humano.
Así lo mencionó en su momento Enrique Marthen Berdón, Brujo Mayor de Catemaco, quien nació un primer viernes de marzo en esa zona perteneciente a los Tuxtlas y quien desciende de un gran linaje de hechiceros.
Playa Chalchihuecan
Pero, ¿por qué es preferido este sitio para la magia y el misticismo?, ¿de dónde viene y hacia donde se remonta?
Sus orígenes datan de la década de los 70´s en el siglo pasado, cuando una mujer visionaria llamada Matilde Cervantes Franco (QEPD) junto a su entonces pareja sentimental, gustaba de acudir a esta paradisiaca playa enclavada en el municipio de La Antigua, a unos metros de la caseta de peaje por ser un lugar apartado del bullicio citadino y que en su momento, daba mucha tranquilidad.
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Su hijo Manuel Ramiro Jerez Cervantes, explicó que a su madre siempre le maravilló Chalchihuecan, pese a que en la región hay muchas playas con atractivo turístico.
Recuerda Jerez Cervantes que para acceder a ese lugar, era por medio de un camino de arena y solo se podía acceder en camionetas, ya que era muy común atascarse.
Fue en esas ocasiones en que iban ambos a bañarse a la playa, que a decir de Manuel algo vieron (porque nunca lo dijeron, el secreto se lo llevaron a la tumba), que orilló a Doña Matilde a impulsar la celebración del primer viernes de marzo de manera mística.
Lluvia de estrellas
Tras varias asistencias a ese mágico lugar (Chalchihuecan), Matilde Cervantes Franco encontró que el agua marina tenía ciertas propiedades y que se reflejaba en la ropa de color oscuro, como si las estrellas o el cosmos te rodearan.
Acorde con biólogos expertos, el fenómeno llamado como “La Lluvia de Estrellas”, es un fenómeno que se registra únicamente el primer viernes de marzo, cuando el mar arroja fitoplancton a las playas lo que provoca un efecto visual termoluminiscente, que gracias a la refracción de luz de la luna y las constelaciones estelares los hacen brillar.
“Manolo” como cariñosamente conocen al hijo de Doña Matilde, señaló que acorde con las visiones recibidas, su mamá comenzó a acudir a Chalchihuecan con pequeños grupos de personas, principalmente originarios de la comunidad obrera de El Modelo (en la ciudad de Cardel), para realizar ritos de purificación espiritual mediante fogatas y oración grupal, a modo de agradecer a los cuatro elementos (aire, tierra, agua y fuego) por las bendiciones recibidas a lo largo de un año.
Originalmente iban en camionetas (los que cupieran, sin importar ir apretados), después y conforme el tiempo pasaba además de la fama que comenzaba a tomar esta celebración, además de las camionetas se iban en carros cañeros, pues se sumaron habitantes de las comunidades de Nicolás Blanco (San Pancho) y Playa Oriente del municipio de La Antigua, así como de la cabecera municipal de Úrsulo Galván, la consigna; luego del término de la ceremonia espiritual, había que dejar limpia la playa en señal de respeto hacia la madre tierra.
Como todo evento de carácter esotérico, místico y espiritual, comenzó a crecer y tomar especial relevancia, fue entonces que Cervantes Franco (QEPD) tuvo la iniciativa de comprar un terreno en la playa de sus amores, pero al ser terrenos ejidales los ejidatarios de La Antigua no quisieron vender aunque si le permitieron edificar una capilla, misma que dada a las buenas relaciones que “Doña Maty” ya tenía en los aspectos político y religioso, fue inaugurada por el primer obispo de Veracruz Monseñor Guadalupe Padilla y Lozano.
Argumenta Manuel que en ese entonces no había tanta modernidad como ahora, que con un teléfono celular podemos capturar momentos épicos de nuestra vida, anteriormente quedaba en la memoria de los asistentes y en sus testimonios, por lo que no existen registros gráficos de ese evento.
De igual manera confirmó que ya para la década de los 80´s, arribaban vehículos de transporte público con creyentes de la zona centro del estado (Córdoba, Orizaba, Fortín de las Flores) y lo que era en un principio, una ceremonia íntima con los lugareños; comenzó a tornarse en un evento masivo (lo que comenzó a desagradar a la señora Matilde).
Después era auxiliada por señoras de las cercanías, que tenían dones para el esoterismo y la magia y se dividían en grupos; así la playa de Chalchihuecan pasaba de ser un sitio de esparcimiento a centro ceremonial.
De lo publico a lo político
A la celebración ya no solo llegaban ciudadanos promedio el primer viernes de marzo, sino que el auge llegó hasta las altas esferas de la política y varios personajes (que actualmente son reconocidos), acudían con Doña Matilde para pedir “favores” en pro de sus aspiraciones.
Con el devenir de los años, más y más personas llegaban al polo turístico de Chalchihuecan, todo gracias al “de boca en boca” donde se mencionaba que en esta celebración había misticismo, esoterismo, magia y la presencia de la termoluminiscencia del agua, después llegaron los periodistas y documentaron lo que ahí sucedía, siempre con el marco del respeto hacia Doña Maty y sus adeptos.
Fue a mediados (casi a finales) de la década de los 90´s, cuando Matilde Cervantes Franco dejó la titularidad de la celebración del primer viernes de marzo, porque según su criterio, ya comenzaba a perder su significado místico e íntimo, pues con la llegada de vendedores ambulantes y puestos de comida, comenzó de igual manera los eventos paralelos que las autoridades locales, vieron como una “mina de oro” en bruto al permitir sonidos estridentes, que ya no eran acordes con esta manifestación de fe.
Esoterismo, Magia y Ocultismo
El evento llamado Lluvia de Estrellas, perdió el sentido místico que lo caracterizaba, hoy son concentraciones masivas con bacanales y degenere en su máxima expresión, a lo lejos y contados; se avizoran desde chamanes, brujos y hasta charlatanes que utilizan la playa para sus trabajos, pero distan mucho de la disciplina y el respeto que en su entonces Doña Matilde tenían por la playa; pues es muy común ver un área desaseada, contaminada con todo tipo de residuos (desde bebidas embriagantes, hasta artículos de magia negra como veladoras y ramazón).
Incluso la capilla erigida en su momento, por el paso del tiempo y la desatención se derrumbó, algunos habitantes de la zona dicen que la razón por la que no está en pie, es que durante la ausencia de Doña Maty fue utilizada en ritos de tipo satánico y quizás en un acto divino; la edificación quedó hecha escombros.
Finalmente y en la actualidad, el evento del primer viernes de Marzo en Chalchihuecan a la par de la celebración en Catemaco Veracruz, son íconos del esoterismo, la magia y lo oculto, expresiones que atraen a los turistas de muchas partes del orbe y fomentan en cierto modo, la derrama económica para los habitantes de la región.