Don Simón López Domínguez, es un campesino de la vieja guardia que en últimos años, se ha convertido en un guardián voluntario de la vida silvestre.
De su dinero, alimenta a más de 150 iguanas que llegaron a los márgenes del Río Actopan y del cual, han creado un maravilloso hábitat que pueden disfrutar propios y extraños.
Don Simón, cada mañana en punto de las diez u once, silba peculiarmente para que los reptiles vengan a comer.
Les lleva lechuga, plátanos, mangos o cualquier fruta de temporada, entonces.
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Los singulares ejemplares descienden de un enorme bambú para alimentarse, vegetación sembrada especialmente para que habiten.
En últimas fechas, la mano depredadora del hombre, ha alcanzado el santuario provisional de Don Simón, pues se ha encontrado con implementos hechizos para sujetar del cuello a las iguanas y así, llevárselas de manera ilícita.
Un rayito de luz
López Domínguez expresó que la autoridad municipal, le apoyó con el plano que delimita el Río Actopan con La carretera estatal que comunica con el municipio de Actopan, esto para que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), le apoye con los permisos y la concesión del área para considerarla como Área Natural Protegida.
Por último, pidió el labriego que las autoridades se apresuren para poder edificar dicha reserva, pues no quiere que el ser humano termine con la especie, pues está en peligro de extinción.
“Yo quiero dejar algo para que las nuevas generaciones las conozcan, no las maten, siento feo porque son animalitos indefensos que no lastiman a nadie, ojalá alguien me escuche para dejarlas protegidas”
Por su parte, el Biólogo Graciano Illescas Tellez, se ha involucrado en el proyecto y se encuentra tocando puertas no sólo en la CONAGUA, sino que incluso pretende involucrar a la PROFEPA y a la SEDEMA, para que juntos ayuden a Don Simón para preservar y proteger la especie.