Francisco Sarabia Tinoco fue uno de los grandes pioneros de la aviación en México, y debido a ello, saltó a la fama mundial al romper un récord de velocidad, sobrevolando desde la Ciudad de México hasta Nueva York en su avión, conocido como “El Conquistador del Cielo”.
Nacido en la ciudad lagunera, Lerdo, Durango, en el año 1900, Francisco Sarabia, se convirtió en una leyenda de la aviación, logrando cubrir una distancia de tres mil 781 kilómetros en menos de 11 horas, convirtiéndolo en uno de los más famosos pilotos de la época.
Un estudiante dedicado
El 7 de julio del año de 1928, Francisco Sarabia ya era alumno en el Chicago Aeronautical School y al mes de iniciar su educación gracias a su excelente dedicación recibió su diploma de piloto aviador.
Además, fue fundador y administrador de la empresa Transportes Aéreos de Chiapas, especializada en el transporte de carga a las zonas chicleras, con la que establece comunicación aérea con Tabasco, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, para ello tuvo que radicar en Tabasco en 1931
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En 1932 inició sus trabajos en la empresa Transportes Aéreos de Chiapas, S. A.
Francisco fortaleció sus estudios sobre los innumerables secretos de la aviación y siempre estaba especializándose en las diversas actividades de los vuelos y fue así como el piloto aviador lerdense trabajó para poder alcanzar el éxito.
Elegido para una gran travesía y surgimiento del “Conquistador del Cielo”
En el año 1933, los pilotos españoles Mariano Barberán y Joaquín Collar pretendieron llevar a cabo una travesía desde Sevilla hasta la Ciudad de México en su sesquiplano, pero fallecieron en un accidente aéreo en la sierra oaxaqueña.
Esto, inspiró a algunos pilotos mexicanos a realizar la misma travesía desde la Ciudad de México hasta Sevilla, en memoria de los accidentados, con un avión modelo MTW-1, construido en México.
El piloto elegido para esta travesía fue Francisco Sarabia pero, después de dos vuelos de prueba sobre el Valle de México, en 1934, el vuelo se suspendió.
Fue entonces que, Francisco Sarabia, adquirió un avión Gee-Bee, al que le puso el nombre de “Conquistador del Cielo”, hacia fines de 1938. En ese año, Sarabia superó todas las marcas de velocidad, al volar de Los Ángeles a la Ciudad de México.
A principios de 1939, Sarabia logró la misma proeza en todas las rutas abiertas: Ciudad de México-Chetumal, Ciudad de México-Mérida y Ciudad de México-Ciudad de Guatemala.
Rompiendo el récord de velocidad
Un 24 de mayo de 1939, a las 6:52 de la mañana, Sarabia, rompió el récord de velocidad en el vuelo Ciudad de México - Nueva York, con un tiempo de 10 horas 43 minutos, volando sin escalas entre la Ciudad de México y la Ciudad de Nueva York.
El mal tiempo que le tocó en el viaje a Sarabia, no le permitió establecer el récord soñado de 9 horas, a pesar de todo fue una hazaña tan espectacular jamás vista en esos años. Por mucho tiempo nadie igualó tal récord, que realizó piloteando su avión “El Conquistador del Cielo”.
Su fallecimiento
En su regreso de tal travesía, el 7 de junio de 1939, Francisco Sarabia tuvo problemas con sus motores, haciendo que se precipitara en las aguas del río Potomac, solo unos minutos después de despegar de Washington D. C., de regreso a la Ciudad de México.
Así perdió la vida, pero ganó la eternidad por su gran hazaña. Su cuerpo fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres, en la Ciudad de México.
Sarabia fue el último de los pioneros mexicanos que abrieran rutas de la aviación comercial.
Las teorías de su muerte
Durante el análisis del accidente, se reveló que una estopa había tapado el carburador del motor y éste se apagó, con eso, la población mexicana comenzó a señalar que el R-6H había sido saboteado.
Muchas hipótesis han surgido para explicar un supuesto acto premeditado. Cuando los restos del ahora legendario piloto llegaron a suelo mexicano, el avión que lo traía, un Boeing B-15 del US Army, fue apedreado por la gente, ante la ira e impotencia general.
Después de este trágico accidente, el avión de Francisco Sarabia, fue enviado por barco a México y guardado en un hangar en Mérida, Yucatán.
En el año 1943, los restos del aparato fueron enviados a la Comarca Lagunera, específicamente a ciudad Lerdo.
Para 1972, el avión fue restaurado por completo y colocado en un Museo/Monumento a la entrada de Ciudad Lerdo, Durango. El aeroplano R6H., es actualmente el único modelo GEE-BEE original que sobrevive en el mundo fabricado por la compañía Granville Brothers.