El accidente ferroviario, conocido como el Trenazo de Puente Moreno, tuvo lugar el 5 de octubre de 1972 cuando el tren de pasajeros de Ferrocarriles Nacionales de México o conocido como el Tren Peregrino, viajaba de Real de Catorce a Saltillo y se descarriló en la pendiente del tramo Carneros en Puente Moreno, a siete kilómetros de la ciudad de Saltillo.
En ese tren viajaban mil 564 personas a bordo, de las cuales 234 murieron. No existen datos de cuántos heridos hubo y las cifras oficiales de los muertos no tienen un registro real, debido a la magnitud del accidente, incluso muchos cuerpos no pudieron ni reconocerse.
Un viaje de fe que termino en tragedia
El 6 de octubre de 1972 un tren con cerca de mil 600 pasajeros, viajaba de Real de Catorce a Saltillo y al llegar a la pendiente del tramo Carneros en Puente Moreno, a siete kilómetros de la ciudad de Saltillo, comenzó la peor de las tragedias, ya que el resultado fue que de las exactamente mil 564 personas que viajaban a bordo, 234 murieron.
El tren viajaba a 120 kilómetros por hora, cuando ingreso a la pendiente del accidente, esto es registrado como una negligencia, ya que se traspasó la velocidad permitida de 60 kilómetros por hora.
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A esa velocidad, el maquinista y el conductor no tuvieron la capacidad de poder controlar al gran tren, entonces, por lo que al llegar a Puente Moreno, las pesadas unidades cayeron unas sobre otras provocando el fallecimiento del ya mencionado número de personas.
Los dos primeros vagones quedaron totalmente aplastados por la locomotora 8405 que jalaba junto con la locomotora 8408 los 22 vagones, misma que se impactó de lado y atravesó a los vagones que iban detrás.
La locomotora 8408, según lo narrado por los quienes lograron sobrevivir al accidente, cayó de la pendiente después de salirse de las vías al intentar cruzar la curva, mientras los demás vagones rodaron y se impactaron entre ellos.
Tanto los vagones de la parte de en medio como los de la parte final, sólo se salieron de los rieles, por lo cual la mayoría de los pasajeros de estos vagones sobrevivió.
Vagones amontonados uno sobre el otro
En los hechos, los testigos y sobrevivientes, han mencionado que mientras el descarrilamiento se daba, una explosión sonó en los vagones, generando que se impactaran entre ellos, causando que se amontonaran uno encima de otro y provocando una gran masa de fierros retorcidos donde se empezaron a quemar, haciendo imposible la ayuda para las personas que se quedaron atrapadas.
Después del descarrilamiento la visibilidad era nula, debido a la gran cantidad de polvo que se levantó tras el impacto de los vagones y las locomotoras, además de que la gran temperatura causada por el incendio hacía que fuera imposible acercarse.
Los hospitales no se daban abasto
En aquel tiempo, la capital del estado de Coahuila, Saltillo, contaba con 190 mil 994 habitantes y sus hospitales no se dieron abasto para la magnitud de la tragedia.
Las clínicas existentes en Saltillo eran dos por parte del ISSSTE y una del Instituto Mexicano del Seguro Social, así como el Hospital Universitario y el Hospital Ferrocarrilero, por lo que fue necesario trasladar pacientes a Monterrey y Torreón.
La inmensa gravedad del accidente sobrepasó a los paramédicos, quienes se movían lo más a prisa posible para atender a los heridos, las ambulancias no fueron las suficientes, por lo que muchos heridos fueron trasladados en camionetas o en lo que se pudiera.
El anfiteatro, se vio abarrotado de cadáveres aún sin reconocer, algunos calcinados y otros en partes. Los familiares de las víctimas de esta tragedia, abarrotaban las afueras de los hospitales para poder tener noticias de sus seres queridos, vivieron una gran incertidumbre que duro tres días.
De este accidente ferroviario, solamente se contabilizaron los cuerpos que fueron reconocidos, sin embargo hubo muchos que se enterraron en una fosa común, y muchos más que quedaron como desaparecidos, que se dice que sus cuerpos quedaron enterrados en el lugar de los hechos.
Las versiones de las causas del accidente
Hasta la fecha se ha mantenido la versión de que el accidente se produjo por una falla técnica, debido a las viejas condiciones de los vagones, por lo que se dijo que no funcionaron los frenos, provocando así el descarrilamiento a una velocidad máxima.
Sin embargo, existe otra versión, en donde las mismas autoridades mencionaron en aquel año que, la negligencia se dio por parte de la tripulación, que según se dijo, iban alcoholizados.
Incluso se mencionó que la tripulación, llevaba mujeres a bordo con el fin de divertirse. Estos datos fueron dados a conocer el viernes del 6 de octubre y llevaron a los imputados a ingresar a la Penitenciaría Estatal, que se encontraba en lo que es ahora el edificio de la Secretaría de Finanzas de Saltillo.
Los datos de la investigación
Según un reporte de inteligencia del gobierno mexicano, se tiene registro que se habían contabilizado mil 11 pasajeros heridos, quienes eran atendidos en hospitales de Saltillo, Coahuila y Monterrey, y únicamente 152 cadáveres habían sido recuperados entre los hierros retorcidos de los vagones volcados, algunos de éstos incendiados, entre ellos había cuerpos de niños, mujeres y hombres, la mayoría son personas de clase humilde.
Los datos anteriores, fueron obtenidos de los primeros reportes que se generaron autoridades de nivel federal respecto a este trágico accidente ferroviario, el peor que se ha dado en México, y que ocurrió a las 23:00 horas del 5 de octubre de 1972, en el cual la gran mayoría de sus pasajeros eran peregrinos que partieron de la estación de Real de Catorce, San Luis Potosí, a donde habían acudido para participar en las fiestas de San Francisco de Asís.
Como se puntualizó anteriormente, los miembros de la tripulación de la máquina con matrícula 8402-5, propiedad de Ferrocarriles Nacionales de México, fueron trasladados a la penitenciaría de Saltillo, Coahuila, acusados de los delitos de daño en propiedad ajena, homicidio colectivo y violación a las vías de comunicación, con lo que pueden alcanzar penas de 30 años en prisión.
En aquel entonces el director de Ferrocarriles Nacionales Víctor Manuel Villaseñor, viajó a Saltillo para comenzar la mencionada investigación.
Fue el propio Villaseñor, quien dio a conocer que los daños del accidente se calculaban en siete millones de pesos. Esa cifra sólo incluyó el quebranto a Ferrocarriles Nacionales y no se tomó en cuenta los gastos de hospitalización, medicinas y honorarios médicos, indemnizaciones por las personas que murieron, los funerales y la pérdida de bienes y ropa de los peregrinos.
Una tragedia que captó los ojos del mundo
Este lamentable accidente captó importantes reacciones internacionales y por unos días puso a Saltillo en los ojos del mundo. La tragedia llegó hasta oídos del Papa Pablo VI, quien a través de un telegrama pidió la intervención de sacerdotes para orar.
El Presidente en turno Luis Echeverría Álvarez también envió sus condolencias, según publicaron algunos medios de comunicación.
Las leyendas paranormales
En el lugar del accidente, son muchas la investigaciones que los amantes de lo paranormal han hecho, en el año 2004 algunos de estos especialistas de este ámbito, han acudido antes del 4 de octubre y durante ese día, logrando obtener la grabación de psicofonías alrededor del área, voces, lamentos y apariciones se han registrado a lo largo de estos años; y se dice que la actividad se intensifica a partir de la hora del descarrilamiento.
Cuentan que al llegar la noche se escuchan lamentos y se ven fantasmas; también hay quienes relatan que en el lugar de la tragedia llegó San Francisco de Asís, ya que vieron a una persona con la misma vestimenta y características físicas a las del santo.