Mauricio Garcés, el actor que, debido a sus películas de galán, se ganó esa fama de volver locas a las mujeres utilizando frases como: ¡Las traigo muertas!, ¡Arroz! y ¡Debe ser horrible tenerme, para después perderme!, es orgullosamente originario de Tampico, Tamaulipas.
Su verdadero nombre es Mauricio Feres Yazbek, nació un 16 de diciembre de 1926, es hijo de José Pérez y Mahiba Yazbek de Feres; emigró a la Ciudad de México cuando apenas tenía 6 años, ahí estudió para Ciencias Químicas; sin embargo, debido a cuestiones económicas tuvo que abandonar la universidad para dedicarse a sacar adelante a su familia.
Con apoyo de su tío José Yazbek, quién en su momento fue productor lo incluyó en el reparto de ‘La muerte enamorada’, una comedia que salió a la televisión en 1950. Fue ahí donde adoptó el nombre de Mauricio Garcés, pues consideraba que la ‘G’, podría traerle buena suerte. Y es que antes de este rodaje, hubo más películas similares; sin embargo, fue esta fue quien prácticamente lo lanzó a la fama.
Entre sus trabajos destacan su participación en ‘La hora de Mauricio Garcés’, en el año de 1970; posteriormente el programa Los Solteros; en 1978 protagonizó la película ‘No tiene la culpa el indio’, en 1980 retornó al personaje de Don Juan con la cinta el sátiro.
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Se dice que pese a esta imagen que vendió de galán, seductor como actor siempre fue así; aunque de su vida privada, no se sabe casi nada nada, rumores señalan que Silvia penal fue su amor platónico.
Pese a que en su momento llegó a hacer una gran fortuna, se dice que su obsesión por el juego y las apuestas acabó con todo este imperio. El actor falleció de enfisema pulmonar en 1989 en la Ciudad de México a los 62 años. Sus restos fueron colocados en la tumba de sus padres en el cementerio privado francés de La Piedad.
En honor a este personaje en la ciudad y Puerto de Tampx|ico Tamaulipas fue colocada una estatua, en honor a este icono del cine mexicano, el día de su develación asistieron familiares del actor, nietos y sobrinos de los hermanos Garcés.