Fueron los días 22 y 23 de agosto del año 2010 cuando 72 personas provenientes de Brasil, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras e India, murieron en San Fernando, Tamaulipas, a manos del grupo denominado "Zetas". Les dieron un disparo en la cabeza y por la espalda los siguieron balaceando; tan solo por negarse a trabajar para ellos.
Los migrantes los llevaron a una bodega, eran 74 personas que entraron al lugar abandonado, ubicado en el ejido El Huizachal, del municipio de San Fernando, a 150 kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Antes de asesinarlos, fueron vendados, los obligaron a apoyarse en un muro y les dispararon. Dándoles el tiro de gracia.
Ahí, bajo las elevadas temperaturas, acelerando la descomposición de los cuerpos, quedaron sin vida 24 hondureños, 14 salvadoreños, 13 guatemaltecos, 5 ecuatorianos, 3 brasileños y un ciudadano de la India. 58 hombres y 14 mujeres. Sin embargo, dos personas quedaron con vida, un joven ecuatoriano que fue herido en el cuello, pero la bala le salió, y en cuanto se fueron los delincuentes, caminó casi un día entero encontrándose a elementos marinos a quienes pidió ayuda.
El sobreviviente informó que fueron detenidos por hombres armados, en una carretera entre las poblaciones de Ciudad Victoria y San Fernando, Tamaulipas. El grupo de delincuentes, se dijo eran de los Zetas, organización criminal y más violenta de México, que en ese momento se enfrentaban con el Cártel del Golfo, a donde habían pertenecido.
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En abril de 2011, hallaron 43 fosas clandestinas en el mismo municipio tamaulipeco, había 196 cuerpos originarios de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
Según información, encontrada en diferentes medios de comunicación proporcionada por el colectivo de Periodistas a Pie, fue Édgar Huerta Montiel "El Wache", fue "el Moneneke", quien avisó desde Ciudad Victoria a "El Coyote" que iban dos camionetas trasladando a un grupo numeroso de personas; por lo que, al llegar a San Fernando los revisaron creyendo que serían halcones o colaboradores del Cártel de Golfo.
Créditos: Getty Images
“El Kilo” informó a “La Ardilla” que eran migrantes, pero éste dio la orden de matarlos. “El Alacrán”, “El Chamaco” y “El Sanidad” los mataron con tiro de gracia, en un lapso de dos horas, mientras “El Coyote”, “El Junior” y él daban seguridad afuera del rancho. Como ya era de noche, se fueron a dormir a San Fernando. Al día siguiente regresaría “El Chamaco” a enterrarlos, pero llegaron antes los marinos.
En octubre del año 2012, Salvador Alfonso Martínez Escobedo, alias "El Ardilla" fue detenido y presentado como el jefe regional de los Zetas en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, por ser el autor intelectual de la muerte de los 72 migrantes. Acusado de las narcofosas y el asesinato de 50 personas más, entre ellos el americano David Harley y el policía ministerial que investigaba el caso; la fuga de 151 reos del penal de Nuevo Laredo y 132 del penal de Piedras Negras, Coahuila.