Una realidad que en muchas ocasiones pasamos por alto en nuestra vida diaria, es la contaminación de los afluentes de nuestro estado de Tabasco, y aunque existan esfuerzos por parte de los habitantes de las comunidades cercanas a cuerpos de agua o por asociaciones civiles o la autoridad, la verdad es que difícilmente se puede revertir.
Sin embargo, muchas personas todavía dependen de lo que proveen los ríos y las lagunas, pues la pesca aún es un oficio que se práctica en algunas partes de Tabasco, además de aportar a la economía del mismo.
El río Seco en Paraíso
El río Seco, un cauce primordial que atraviesa las municipalidades de Paraíso, Cunduacán y Comalcalco, en el estado de Tabasco, tiene una rica historia y un importante papel en la economía y la cultura de la región.
Con una superficie cultivada en un 50 por ciento con plantaciones de cacao y pastales, y el resto compuesto por pantanos y caletas, el río Seco se convierte en un importante medio de transporte fluvial durante la época de lluvias, permitiendo el tráfico de cayucos y pequeñas embarcaciones desde la Villa de Paraíso hasta la ciudad de Comalcalco.
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Pero lo que hace aún más fascinante al río Seco es su historia. Según investigaciones de De Tabasco Soy, a partir del libro Geografía del Estado de Tabasco, de J.G. Aguilera Martínez, en 1575, los indígenas desviaron el curso del río Mezcalapa, que ahora se conoce como Río Viejo, para unirlo al Río de la Sierra y formar el Río Grijalva. Esta acción se tomó para evitar las incursiones de los piratas que entraban por la Barra de Dos Bocas y asolaban la región.
Hoy en día, el Río Seco sigue siendo un importante recurso natural y cultural para la región, pero enfrenta desafíos como la contaminación y la degradación ambiental. Es importante proteger y preservar este valioso recurso para las generaciones futuras.
Contaminación en el río Seco
En vísperas de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la refinería Olmeca del puerto Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, para la puesta en marcha de las operaciones de la planta, pobladores denunciaron un color extraño en el río Seco, además de señalar olores fétidos provenientes del afluente.
Los señalamientos a la refinería no se hicieron esperar, y era algo que los habitantes esperaban que fuera, pues en diversas ocasiones, otros afluentes, incluso las playas, han sido afectadas por razones parecidas, y se esperaba que los directivos hicieran algo al respecto pues hay personas que viven de la pesca y venta de mariscos.
Autoridades ambientales ya se pronunciaron respecto a las investigaciones y muestreos que la CONAGUA hizo para encontrar la razón del cambio de color, y la razón que se dió fue el crecimiento de algas y bacterias debido a los cambios de temperatura en el río Seco, provocando "Marea Roja".
Sin embargo, esta respuesta, no ha sido satisfactoria para ninguna de las personas que viven de la fauna que proviene del río, pues indican que los peces muertos y el aroma, podría ser señal de contaminantes.
Por ahora, sólo queda esperar a que el río vuelva a sus características iniciales, pero es inevitable la perdida económica de los pescadores y de un sustento para sus familias.