Al visitar Tabasco es obligatorio beber pozol, pues no llegaste al estado si no disfrutaste de esta bebida tradicional. Al igual que esto, hay otras actividades y sitios que son igual de importantes para el turista que llega a conocer la entidad.
Cuando menos, en la ciudad capital, lo primero que se debe hacer, es directamente visitar Las Horchatas de la Catedral, un pequeño local con una gran variedad de bebidas, incluyendo el famoso pozol.
La historia de Horchatas La Catedral
En el año 1951, don Antonio Alejo junto a su esposa doña Leonor Peña, colocaron una mesa en el acceso a la antigua Catedral para vender aguas frescas. Con el tiempo, sus hijos ayudaban al negocio, entregando bebidas a los autos que pasaban.
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Las horchatas que se vendían en la catedral nombraron a su emprendimiento 'La Bendición del Señor de Tabasco', posteriormente fueron trasladados por el gobierno del estado en frente de la Catedral, junto al Parque Estrella.
En este lugar siguen operando hasta tiempos actuales, donde la segunda y tercera generación, don Faustino Alejo y su hija, continúan en memoria de sus seres queridos.
Un esfuerzo que ha sido reconocido
Tras poco más de 70 años, este establecimiento ha ganado el reconocimiento "Estrella Turística" por parte de las autoridades locales, en el marco de los festejos del 457 aniversario de la fundación de la ciudad.
Además de tener presencia dentro del mapa de tradiciones urbanas de Villahermosa, el cual es entregado a turistas que llegan de visita a la ciudad.
Tanto ha sido el éxito de Las Horchatas de La Catedral, que han saciado la sed de todo tipo de personalidades, desde gobernantes hasta celebridades como Bárbara de Regil, Susana Zabaleta, Bibi Gaytán y Eduardo Capetillo, Laura Zapata, Martha Higareda, entre otros.
Este es un ejemplo de perseverancia, el cual inspira a más emprendedores a seguir sus proyectos e impulsar las tradiciones del Estado. Si vas a Villahermosa, no dudes en pasar a echarte una agua de orchata en 'La Bendición del Señor de Tabasco'.