Cada lugar, cada pueblo y ciudad, no sólo en México, tiene sus leyendas, y es por ellas es que hay riqueza cultural, lo que representa o le da una identidad a la población. Es el caso del estado de Tabasco.
Algunas de las leyendas que se cuentan incluso relatan la manera en que las poblaciones se fueron cimentando hasta convertirse en ciudades.
Así también Tabasco, pues se dice que el nombre del estado tiene origen en la leyenda de un hombre que vivió durante la época en la que desembarcaron los españoles.
Este hombre, según su leyenda, era un guerrero y cacique maya que gobernaba en las tierras en las que hoy existe el estado, y en su honor, se nombró a Tabasco.
Te podría interesar
Sin embargo, esto es un mito.
El verdadero origen de Tabscoob
Obras históricas que describen versiones sobre la llegada de los españoles a México, y en específico a Tabasco, han sido el origen de la confusión entre el nombre Tabscoob y el hombre que en el lugar gobernaba.
Según el Compendio Histórico, Geográfico y Estadístico de Tabasco, de Manuel Gil y Sáenz, la palabra Tabscoob viene de una combinación de palabras mayas que quiere decir "nuestro señor de los ocho leones".
Es tras la caída del imperio Maya, que en Tabasco se formó un cacicazgo independiente, y es en su misma obra donde Gil y Sáenz donde habla sobre un jefe que gobernaba bajo el nombre de cacique o Señor de Tabzcoob, refiriéndose a que la palabra Tabscoob significa jefe, gobernante o bien cacique, no que su nombre fuera ese.
Este dato complementa a la “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”, capítulo XI, donde se habla del arribo de Juan de Grijalva y tiene un primer encuentro con el jefe del lugar y escribe “Este río se llama de Tabasco porque el cacique de aquel pueblo se decía Tabasco”.
Llamando Tabasco a como escuchó la palabra Tabscoob "tab-uaxac-coh".
De donde proviene el nombre del Estado de Tabasco
Hay muchas otras versiones sobre el real significado del nombre del Estado, la más aceptada es sobre la historia de Tabscoob.
Otras interpretaciones indican que proviene del vocablo náhuatl Tlahuashco, que significa "lugar que tiene dueño", o bien del náhuatl tlapalco, que significa "lugar de tierra mojada".
Pero sea cual fuere el verdadero origen o significado, es su gente, quienes aquí habitan o visitan, que sabrán llamar al Edén de México.