Hace 90 años, Teresa Tomás Felipe llegó a este mundo en una comunidad rural del estado de Chiapas. La búsqueda de un mejor futuro la llevó a Sonora y un desafortunado suceso la obligó a sumarse a las filas de las “Madres Buscadoras de Sonora”.
Llegó a la comunidad de Estación Pesqueira, Sonora, una zona que frecuentan trabajadores agrícolas para desempeñarse en los campos de uva.
Hoy, a sus 90 años, tras la desaparición de su nieta Perla, es la buscadora de mayor edad en el país, quien aporta su granito de arena para poder localizar a los seres queridos cuyo paradero se desconoce.
“Como no hay mucho trabajo allá, está muy barato el día y trabajoso. 30 pesitos, y de ahí nos caminamos para acá”.
Durante una celebración de año nuevo, su nieta, quien tenía apenas 15 años de edad, salió a realizar compras y ya no supieron más de ella.
“Ella fue a comprar carne para los tamales el 31 de diciembre y ya no supimos más de ella, les marcábamos, le llamaba mi esposa, de hecho yo estaba trabajando ese día”.
Durante dos años, la familia completa se involucró en la búsqueda de Perla, para ello excavaron en terrenos desolados, examinaron restos y caminaron largas horas al rayo del sol.
“Nomás rezo, rezo, oraciones de Dios”.
Una inspiración para cientos de personas en México
Este año las autoridades investigadoras le confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de su nieta. Sin embargo, en solidaridad con quienes atraviesan esa situación, continúan en el activismo para poder devolver la tranquilidad a las familias.
“Si estoy rezando, gracias a Dios, en la tarde, en la mañana, para que a lo mejor va bien por las oraciones De Dios”.
A pesar de algunas limitantes físicas, doña Teresa inspira y motiva a cientos de personas en Sonora y en México. Su deseo es que su familia viva tranquila y que nadie más atraviese el tormento de verse en la necesidad de buscar a un ser querido.