Quintana Roo

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Sabor de la selva: Más de 100 años de arte ancestral elaborando chicle en Quintana Roo

La elaboración artesanal de este producto a pasado de generación en generación hasta nuestros días.

Chicleros de Quintana Roo.Con la resina del árbol de Chicozapote se elabora este dulceCréditos: Daniela Mena
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En lo profundo de la densa selva maya de Quintana Roo, un tesoro de prácticas y tradiciones ancestrales perdura en las comunidades locales, entre ellas, destaca la milenaria producción de chicle de manera tradicional, un arte arraigada que se remonta a más de 100 años.

Mientras que la mayoría de los chicles modernos se fabrican a partir de polímeros derivados del petróleo, en la península de Yucatán, específicamente en la zona maya de Quintana Roo, se sigue elaborando este dulce con la resina del árbol de chicozapote, acción que preserva las tradiciones.

Extracción de resina
Créditos: Rural TV

La temporada de producción abarca de julio a febrero, coincidiendo con las lluvias en el estado, durante estos meses, los "chicleros", como se conoce a los trabajadores especializados en la extracción de la resina, despliegan sus habilidades y conocimientos en medio de la selva, adentrándose en caminos largos y apartados de sus hogares en busca del árbol del chicozapote.

Corte del Chicozapote
Créditos: Chicza

La extracción comienza con un corte preciso en la parte baja del tronco del chicozapote, en ese momento, la resina empieza a fluir, un líquido espeso que es cuidadosamente recolectado. Después del primer corte en la base, los chicleros realizan cortes en zigzag hacia la parte superior del árbol, para alcanzar las alturas, utilizan cuerdas hábilmente atadas, escalando con destreza hasta lo más alto.

Extracción de resina
Créditos: FulvioEccardi

Una vez recolectada la preciada resina, se traslada a los campamentos o poblados locales, aquí, en grandes ollas, se hierve y agita constantemente hasta alcanzar la consistencia deseada, una pasta espesa que representa el fruto de su labor y conocimiento acumulado a lo largo de generaciones.

Tradicional de la selva maya de Quintana Roo

La siguiente etapa implica verter la mezcla en moldes de madera, donde reposa y solidifica ligeramente, proceso que combina habilidad, paciencia y respeto por la naturaleza, da como resultado el chicle tradicional de la selva maya de Quintana Roo, un producto que va más allá del sabor, y  que lleva la esencia misma de una comunidad que ha sabido equilibrar la modernidad con la preservación de sus raíces y tradiciones.