Andrés Manuel López Obrador no entiende que no entiende la relevancia de la cumbre de líderes de América del Norte
El presidente mexicano convirtió el mensaje a medios de un evento que reúne a tres países que en conjunto suman el 23 por ciento del producto interno bruto mundial en una vulgar mañanera donde acaparó el micrófono por casi 30 minutos.
Sus invitados, claramente fastidiados, no tuvieron oportunidad de responder a los atinados cuestionamientos de la reportera Sara Pablo, de Grupo Fórmula, acerca de los acuerdos alcanzados sobre migración, narcotráfico y los temas energéticos que tanto preocupan a los inversionistas estadounidenses y canadienses.
En cambio, el anfitrión en otro de sus cotidianos ataques de incontinencia verbal aseguró que en México ya no hay corrupción ni impunidad, mucho menos vínculos entre autoridades y crimen organizado y presumió sus programas sociales. Antes, en su primera intervención ocupó 15 minutos
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La prensa extranjera no dejó pasar la oportunidad de criticar el largo discurso donde no dijo nada relevante acerca de la Cumbre y evidenciar la incomodidad de los presidentes visitantes.
De verdad, ¡qué pena con las visitas!