La oposición está muerta y no hay nadie que pueda ponérsele al tú por tú a Morena y la autodenominada Cuarta Transformación.
Básicamente, si las elecciones presidenciales fueran hoy, el partido en el poder arrasaría (oootra vez) en las urnas. La ola guinda avanza, cubre el país y parece que nada ni nadie puede detenerla.
Y eso es cierto... pero podría cambiar. No por fuerzas externas. No por algún perfil que logre conjugar al bloque de contención contra el obradorismo. No será Anaya, ni Lilly Téllez, ni Colosio, ni De la Madrid.
La verdadera oposición a Morena surgirá dentro del propio partido... de hecho, ya hemos visto esbozos de eso en el Senado, donde Ricardo Monreal ha sido, por momentos, la principal figura opositora a la 4T dentro de la propia 4T.
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Y esa oposición interna podría crecer y darle varios calambres al partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, tan sólo pensemos en un par de escenarios:
- Ebrard, frustrado del desdén hacia él y los suyos por parte de Morena, se va a otro partido, por ejemplo, Movimiento Ciudadano, con lo cual generaría una candidatura fuerte para competirle a la candidatura oficial.
- Monreal se une a la desbandada morenista y jala consigo fuerza territorial y el apoyo de gobernadores y legisladores afines, además de que podría competir por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
- Como bonus... el PAN logra convencer a Felipe Calderón que sea su candidato a la CDMX: se desataría un tiro de proporciones bíblicas que podría poner en riesgo la hegemonía de la izquierda en la capital del país.
Dicho lo anterior, si Morena logra resolver sus fracturas y tensiones internas, es decir, lograr una cohesión intestina, no hay duda alguna de que permanecerán en el poder hasta el 2030... por lo menos.
Sea cual sea el escenario, la oposición convencional, el PRI, el PAN, el PRD, y sus alianzas antinatura, no tiene nada que hacer en los siguientes años. Perderán y seguirán perdiendo.
Sólo Morena puede derrotar a Morena.
O mejor dicho... para que la cuña apriete.
Morena salva reforma militar... por ahora
Hablando de reveses, Morena tuvo ayer una victoria pírrica... o más bien, un empate técnica.
Al quedarse corto por un voto para aprobar la iniciativa para que los militares se queden en las calles hasta 2028, el partido en el poder logró maniobrar para evitar que fuera tumbada y sepultada.
Ergo, logró mandarla a comisiones de nuevo y ganar tiempo para generar negociaciones que permitan su aprobación. Ni la oposición ni la 4T ganaron. Tampoco perdieron.