Dicen por ahí que en martes ni te cases, ni te embarques, ni le compres boletos a Ticketmaster. ¿La verdad? La verdad es que antes de la pandemia nada definía mejor mi personalidad que los conciertos, los festivales y los shows musicales de, casi, cualquier tipo. Y aunque en medio de la crisis sanitaria muchos ya han disfrutado de conciertos, la realidad es que a mi me sigue dando miedo.
Miedo por no decir terror. Sí, porque los recuerdos más inmediatos que tengo de meses antes de la pandemia son flashazos específicos en bares clandestinos en los que se presentaban shows llenos de orines, cerveza, sudor y cualquier clase de líquido de dudosa procedencia por los aires. ¿Importaba en ese momento? En realidad no. En ese preciso instante lo que realmente importaba era ver a "Su majestad imperial", Silverio, hacer su irreverente show en el que escupe, eructa, sirve cerveza en su bota y termina en truza tocando sobre la consola.
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Y aunque oportunidades se han dado, la realidad es que una pandemia no te va a permitir vivir la intensidad del rock a como era costumbre. A pesar de que en pleno 2022 ya se vive la "nueva normalidad" -misma que quién sabe cuánto más dure o si llegó para quedarse-; en ocasiones me pregunto cuán necesario es ir a estar apretujados en la explanada del Foro Sol solo para ver un poquito, un puntito allá en la lejanía a los artistas.
Pero no me malinterpreten, si la situación fuera diferente y la vida no dependiera de guardar sana distancia de personas que seguramente frente a bandas como Papa Roach o Grupo Firme se les va a olvidar la famosa Susana Distancia, o peor aún, usar un cubrebocas aunque sea de esos que parece que han utilizado por una semana de manera ininterrumpida; seguramente mi quincena ya se habría esfumado entre preventas, showcase, conciertos y festivales fuera de la ciudad.
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Y aquí viene el segundo punto, una constante de terror que se ha mantenido en todo este tiempo es el infame reembolso. Mientras que hay conciertos cancelados desde hace casi dos años y aún no se sabe qué sucederá con el dinero destinado a esta taquilla, festivales como el Corona Capital ya lograron lo que pocos en medio de la pandemia: llevar a cabo un show con estrictas medidas sanitarias, pruebas negativas en mano y comprobante de vacunación de por medio.
¿Temor al contagio? Temor a las políticas de devolución
Hay que ser honestos, muchos más allá de "te cuidas tú, nos cuidamos todos" ya están desesperados por ir a un concierto, incluso a pesar de que de nueva cuenta se esté dando un registro sin precedentes ante la variante Ómicron. Otros, solo piden lo justo y exigen que se les devuelva el dinero en medio de una crisis como la actual; sin embargo, las políticas de devolución cada vez son más extremas para quienes compraron su boleto.
Tame Impala se presentaría en México en marzo de 2020, pero la crisis sanitaria llevó a las bandas a posponer, reagendar y ahora incluso cancelar. En las páginas de Ticketmaster cientos de usuarios aún no tienen respuesta relacionada con el dinero que destinaron a comprar este boleto de un evento ahora inexistente. ¿Vas a hacer lo mismo para los conciertos de este 2022?
Aunque el panorama era muy optimista para este nuevo año con respecto al coronavirus, la verdad es que pocos esperaban que en solo un día el aumento de casos fuera de casi cuatro mil personas contagiadas; por eso es evidente que en este punto los museos comiencen a cerrar y los conciertos, otra vez, se empiecen a posponer.
Muchos esperaban un repunte sin igual para los siguientes quince días, especialmente porque no solo se llevó a cabo ese evento, unos días después el mismo Foro Sol recibió el Flow Fest. Y paralelo a ello, en diferentes puntos de la ciudad, las demarcaciones ya llevaban a cabo toda clase de eventos masivos en las explanadas delegacionales. Justo en esa semana, de acuerdo con el reporte epidemiológico de la Secretaría de Salud del Gobierno de México, para la semana del 25 de noviembre se dieron mil 329 casos nuevos, mientras que en la primera semana de diciembre se reportaron cerca de 908 casos nuevos.
Si bien no fue un repunte digno de "tercera ola", sí hubo un aumento semanal de 500 pacientes positivos a COVID-19. Y entonces yo pregunto, ¿realmente vale la pena ir a un concierto en medio de la pandemia? Aquí es donde les pregunto... ¿qué hubieran hecho ustedes?