Autos que muestran una realidad del México violento, que han sido testigos de asesinatos, secuestros, accidentes viales, permanecen abandonados y vandalizados en diversas calles de la Ciudad de México y que aparentemente están bajo resguardo de la Fiscalía General de Justicia de la capital (FGJCDMX).
El reportero Humberto Padgett realizó un recorrido por Azcapotzalco, en las calles aledañas a las oficinas de la Fiscalía de Investigación Estratégica del Delito de Homicidio de la FGJCDMX, donde pudo observar decenas de autos estacionados relacionados con diversos delitos y accidentes a la merced del ambiente y de los habitantes de la colonia.
Como parte de su investigación, Grupo Fórmula pudo constatar que estos vehículos son utilizados por indigentes, gente con problemas de drogas y por el comercio informal sin importar que sean potenciales focos de enfermedades, pues son utilizados como depósitos de heces caninas, o para la constitución de nuevos delitos, como el robo de autopartes.
Por ejemplo, se documentó a un joven, aparentemente bajo los efectos de los solventes, descansar en la parte trasera de un taxi, sin ser consciente de los riesgos que corría en ese lugar.
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"Nadie viene, no hay problema", alcanza a decir el joven entre los fuertes efectos de los solventes para luego cerrar la puerta del vehículo.
Organizaciones de vecinos han denunciado que los autos abandonados en las calles sólo generan más delitos y representan un riesgo para las zonas escolares que están alrededor de este inmueble.
Prometen llevarse autos, pero no es suficiente
Aunque la entonces fiscal Ernestina Godoy se comprometió a retirar estos autos, los vecinos denuncian que no es suficiente está acción pues por cada 5 vehículos que retiran, llegan 10 más.
"Lo que tenemos aquí seguido son vehículos ensangrentados, baleados, incluso llegan con gente muriéndose. La gente los desvalija, pero también aprovechan para robar las autopartes y de paso a los transeuntes", denunció una habitante de la alcaldía.
Al no haber cadena de custodia de los vehículos, el hecho de que estén abandonados en las calles también propicían un mercado negro para el robo de autopartes.