Muy débil, sin ganas de levantarse de "su cama", con enfemerdades crónicas muy deterioradas y en ocasiones deprimido, es el estado en el que se encuentra el exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, quien está preso en el Reclusorio Sur acusado de delitos de tortura y desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Así lo describió su hija, Gabriela Murillo, quien en entrevista con Ciro Gómez Leyva Por la Mañana, pidió a las autoridades piedad para su padre y que le puedan conceder la medida cautelar de prisión domiciliaria por su precario estado de salud y emocional.
"Mi papá se está acabando cada día más. Es muy triste como lo tienen, él no desapareció a nadie. Yo no pido que (lo liberen) sólo pido que pase este proceso en su casa; él no se merece estar como está", dijo Gabriela con la voz entrecortada.
A pregunta expresa sobre cómo se encuentra el priista, su hija lamentó que no tenga ganas de continuar y sólo esté postrado, que haya adqurido la diabetes y su corazón cada día esté más débil y sobretodo que no pueda convivir con su familia.
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Insistió que no es un hombre que se pueda dar a la fuga pues hasta antes de su detención, vivió en su casa y sin ocultarse de nadie.
"Ya a veces no se levanta de la cama, camina de repente, tiene la espalda irritada, es que no quiero decir pero de repente lo siento deprimido; sus enfermedades se han deteriorado. Un día tiene la presión muy alta, ayer por ejemplo, la tenía demasiado alta, ayer le di desayunar y de repente se me agitó, le subió demasiado la presión; él no era diabético ya es diabético", narró.
Jesús Murillo Karam, quien es señalado de articular la verdad histórica sobre la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, está por cumplir los 76 años y está preso desde el 19 de agosto de 2022 bajo acusaciones de tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de justicia.
A Murillo Karam ya le fue dada la prisión domiciliaria
Jesús Murillo Karam, extitular de la otrora Procuraduría General de la República (PGR), obtuvo prisión domiciliaria, de acuerdo con información de Reforma. Sin embargo, todavía no podrá ir a su casa.
Lo anterior responde -explica el medio nacional- a que un juez le concedió la prisión domiciliaria con brazalete electrónico por motivos de salud.
Y es que el juez de control José Rivas González, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, estimó que su avanzada edad y sus problemas de salud ya no acreditan el riesgo de fuga, indica el diario. Además, dicha medida corresponde al primer proceso penal que le iniciaron por los delitos de tortura, desaparición forzada y contra la administración de la justicia en el Caso Ayotzinapa.
Así pues, dicha modificación viene con medidas cautelares como la colocación del brazalete electrónico y la restricción de acercarse a aeropuertos.