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INSEGURIDAD

Iglesia 'aplaca' al narco: religiosos sustituyen al Estado ante inacción de autoridades

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, acusó a gobiernos locales de sostener acuerdos con grupos del crimen organizado, sin embargo, no precisó a qué entidades se refería.

Los sacerdotes han intervenido como mediadores de grupos criminales para tener un poco de paz.Créditos: Cuartoscuro
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El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, se solidarizó con los obispos de Guerrero que han tenido que intervenir ante grupos del crimen organizado, los cuales, dijo, operan sin temor a las represalias debido a que tienen claro el nivel de impunidad que existe en el territorio nacional.

En entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula, el líder religioso aseguró que el papel que han ocupado sus los prelados entre los grupos delincuenciales es consecuencia de los altos índices de violencia que se han registrado en en Guerrero. 

Además, sin precisar a cuales, acusó a gobiernos locales de pactar con grupos del crimen organizado, pues dijo que al menos el 90 por ciento de los narcos tienen claro el nivel de impunidad y la inacción del Estado ante la crisis que enfrenta la entidad.

“Se han visto obligados (a tomar estas decisiones), somos pastores, y necesitamos, ya que no se ha dado de otra parte una solución concreta, buscar la manera en que pudieran encontrar una esperanza para ver una sociedad pacificada en donde se pueda pensar que hay soluciones, pienso que eso llevó a mis hermanos obispos a estas situaciones”, declaró.

No obstante, aseguró que la estrategia de seguridad el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual se ha resumido en el dicho del titular del Ejecutivo “abrazos, no balazos”, no ha tenido éxito, por lo que urgió a que enfrente un cambio de rumbo.

Ardillos y Tlacos llegan a acuerdos, pero no Familia Michoacana 

Por otra lado, en entrevista con Azucena Uresti, el sacerdote José Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos "Minerva Bello", afirmó que, en Chilpancingo, Guerrero, Los Ardillos y Los Tlacos lograron un acuerdo, lo que representa un poco de calma para los guerrerenses.

"El acuerdo (fue) para pacificar Chilpancingo y fue de no agresión y respetarse sus negocios (...) Pues es una economía basada en cuestiones legales manejada por personas que están al margen de la ley", externó.

Pese a ello, existe otro conflicto armado entre La Familia Michoacana y Los Tlacos, quienes se discuten el control y distribución de alimentos en la zona. Para este último conflicto también han tenido que intervenir sacerdotes, obispos y líderes religiosos, sin embargo, no han tenido éxito, ya que uno de los dos quiere tener todo el control de la entidad.