Las extorsiones son de los delitos más frecuentes en la actualidad y un modus operandi nuevo que están implementando las personas detrás de este crimen es que contratan a repartidores de aplicación para que entreguen paquetes en los que llevan mensajes intimidatorios para amenazar a comerciantes.
De esta forma los criminales no se involucran de manera directa en el ilícito y los repartidores desconocen lo que están entregando; pues contratan sus servicios como cualquier otra persona que necesita servicio de mensajería y no revisan lo que llevan.
Datos de la Policía de la Ciudad de México indican que en el último año han identificado 45 casos, por lo menos, de repartidores que fueron contratados por aplicación para entregar cartas con mensajes de extorsión o paquetes con drogas, de acuerdo con N+.
Hay varios colectivos y organizaciones que han detectado esta situación, como Ni Un Repartidor Menos, conformado por trabajadores de plataformas digitales.
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Este colectivo detectó que en ocasiones los contratan por las aplicaciones no sólo para que lleven cartas de extorsión o de amenazas, sino que les dan maletines de dinero en efectivo para que los trasladen de un lugar a otro. Lo que ocurre sin que ellos lo sepan y los expone a riesgos.
Omar Isaí fue contratado para entregar una carta de extorsión sin saberlo
Esto le sucedió a Omar Isaí el 11 de diciembre pasado. En su caso se dio de alta como conductor de una aplicación para transporte de pasajeros y fletes después de que le clausuraron su taller de motocicletas, ubicado en la alcaldía Iztacalco.
El joven se inscribió en dicha aplicación para obtener ingresos y así mantener a su esposa e hija de cuatro años. Ese día fue detenido después de que entregó dos paquetes de regalos que le pidieron llevar al municipio de Chimalhuacán, en el Estado de México.
Uno de los paquetes que entregó llevaba una carta de extorsión, la cual fue entregada a un carnicero porque en la aplicación le pusieron su dirección.
El comerciante abrió el paquete y en la carta le exigían 25 mil pesos mensuales a cambio de que pudiera operar sus negocios sin ningún problema. Si no accedía a pagarlos, amenazaron con hacerle daño a él y a su familia.
Así que alertó a los vecinos y comerciantes de los alrededores para que le ayudaran a detener a Omar Isaí, quien corrió para evitar que lo golpearan. No obstante, la policía lo detuvo y lo encarcelaron en el penal de Neza Bordo.
Ante esta situación, su madre Ana Sánchez y su esposa Griselda Morales realizaron una serie de protestas afuera del penal para exigir la liberación de Omar Isaí. Ambas argumentaron que el joven era inocente y que únicamente lo contrataron por la aplicación para que entregara los regalos, no sabía que llevaba.
Ana Sánchez mandó un mensaje a los repartidores de aplicaciones para que tengan cuidado con lo que llevan y se fijen en los lugares en los que recogen paquetería.
El pasado 19 de diciembre, Omar Isaí fue liberado debido a que el juez de control del Poder Judicial del Estado de México ordenó la no vinculación a proceso y la libertad de Omar Isaí porque no encontró pruebas suficientes para acusarlo.
