Francisco Labastida Ochoa está convencido que el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce León no quería que el PRI ganara la Presidencia de la República en el año 2000 debido a que como candidato no lo apoyó y al contrario puso en riesgo las finanzas del instituto político para implementar un ambicioso proceso interno para definir al abanderado tricolor.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga en Grupo Fórmula, el expolítico narró que los desencuentros con Zedillo fueron varios y terminaron por perjudicar a su campaña pues ordenó boicots en sus mitnes, se negó a publicitar avances de gobierno como la baja de los índices de seguridad o la regularización de autos chocolate, lo cual lo dejó al margen frente a Vicente Fox Quesada.
"Un día fui a un estado, hablé con el gobernador (de Chihuahua) para preguntarle cómo estaban las cosas y me dijo que estaban bien, que me conocía mucha gente y que me veían como si fuera del del estado.
"Cuando llego hay unas 10 gentes en el aeropuerto y dice luego va a haber una multitud de unas 10 mil gentes en una plaza de toros pero hay unas 1 mil 500 y saliendo de ahí en la parte atrás del autobús está el gobernador, me dijo: 'tengo que pedir una disculpa, me habló hace dos días el presidente y me dijo que tenía que hacer que tú gira fracasara y que se no iba a tener problemas con él y con la Procuraduría", narró el expriista.
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Los otros agravios de Zedillo
Labastida Ochoa contó que el día de la jornada electoral, donde resultó ganador el guanajuatense Fox, Ernesto Zedillo le pidió que reconociera su derrota desde las 18:00 horas, acto al que se negó y lo pospuso hasta las 23:00 horas, justo después del anuncio de José Woldenberg, entonces consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
A este hecho se sumó que un día después de la derrota electoral, el mandatario federal quería que aparecieran los junto a sus esposas públicamente para limar cualquer aspereza ante la opinión pública, lo cual él no aceptó y fue la última vez que lo vio.
"Yo creo personalmente que esto no era personal en contra mía. Zedillo quería que el partido perdiera", lamentó al presentar su libro La duda sistemática, una autobiografía política.