El país ya no es el mismo. Llegó el día más esperado por muchas y por muchos: el 1 de octubre, fecha en la que la primera mandataria de México, Claudia Sheinbaum, tomó protesta ante el Congreso de la Unión para ocupar el cargo. Lo hizo 71 años después de que las mujeres obtuvieron el derecho al voto. Ahora, tras décadas de lucha, donde aún quedan numerosos pendientes, por fin presidenta se escribe con 'A'.
Desde las primeras horas de este martes, el recinto legislativo fue amurallado con vallas y barricadas de metal, así como reforzado con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC), que resguardaron cada uno de los accesos y las calles aledañas a ese edificio por el que desfilaron todos los expresidentes desde Miguel de la Madrid hasta la fecha, quienes se comprometieron a desempeñar el cargo con lealtad a la nación... pero que en estos días, salvo Fox y López Obrador, todos viven en el extranjero: Salinas, Zedillo, Peña y Calderón.
Nada de sedes alternas. Momentos previos a que Claudia Sheinbaum, todavía presidenta electa, tomara protesta como titular del Ejecutivo, el despliegue de elementos de seguridad fue constante, en medio de las protestas de los trabajadores del Poder Judicial. Se quiso evitar otra irrupción como la que hubo en el Senado el pasado martes 10 de septiembre, que obligó a desempolvar los viejos escaños de la Antigua Casona de Xicoténcatl. Los uniformados garantizaron que, bajo ningún pretexto, se registrara algún incidente o disturbio que interrumpiera o nublara este suceso histórico.
Desde temprano hubo una manifestación que realizaron trabajadores del Poder Judicial a las afueras de San Lázaro, sobre el cruce de las avenidas Fray Servando Teresa de Mier y Congreso de la Unión. La protesta fue contenida por los policías y no escaló, aunque algunos empleados del Poder Judicial lograron colarse hasta la sala contigua de la entrada principal del palacio legislativo y ante los medios de comunicación exigieron apertura del gobierno entrante para hablar sobre la reforma que recientemente se aprobó.
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“Pedimos diálogo con Claudia, diálogo con Claudia, diálogo con Claudia”, corearon en diferentes ocasiones los empleados del Poder Judicial mientras levantaban carteles con distintas frases en inglés y en español, esto con el objetivo de que los medios de comunicación internacionales que cubrieron la toma de protesta también prestaran atención a su demanda.
Los legisladores que madrugaron para no perderse la toma de Sheinbaum
Las camionetas y vehículos con elementos de la SSC no fueron los únicos que llegaron desde temprano a la Cámara de Diputados, debido a que poco después de las 6:00 de la mañana empezaron a circular automóviles, algunos de lujo, porque la austeridad aún no llega a los escalones de hasta abajo, por la calle de Zapata, donde se localiza la entrada principal del palacio legislativo.
En esos carros y camionetas llegaron legisladores y legisladoras de todos los partidos, con una oposición que, gracias a negociaciones previas de Ricardo Monreal, se comportó de manera institucional, quienes en conjunto presenciaron la entrega de la banda presidencial y la toma de protesta de Sheinbaum desde tribuna.
Algunos de los legisladores que participaron en la ceremonia accedieron a pasar al área en la que se localizaba la mayoría de los medios de comunicación antes del inicio de la misma. Apertura al diálogo durante este sexenio, fue la demanda y una de las expectativas en la que coincidieron varios legisladores contrarios al oficialismo.
Entre ellos varios priistas, como Manuel Añorve, coordinador del PRI en el Senado, quien destacó la importancia de que la administración entrante, liderada por Sheinbaum, tenga apertura para construir, en conjunto, soluciones a los problemas que afectan al país.
En esta petición también coincidieron Alejandro Moreno, líder del tricolor, y Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados. Con ello, el Grupo Parlamentario tricolor puso sobre la mesa la importancia de colaborar desde el primer día de la nueva administración. Además de que reconocieron la importancia que el 1 de octubre tendrá en la historia del país.
En respuesta a esta petición, Arturo Ávila, diputado de Morena, dijo que el diálogo sí ha existido porque la única reforma que los legisladores de oposición no acompañaron fue la judicial, otras, como la de la Guardia Nacional, la del salario mínimo y la de las juventudes sí han contado con el apoyo de esos grupos parlamentarios.
Invitados nacionales e internacionales, orgullosos de presenciar un hecho histórico
Claudia Sheinbaum contó con la presencia de 16 mandatarias y mandatarios, lo que también es un hecho histórico debido a que en la toma de protesta del expresidente Andrés Manuel López Obrador sólo acudieron 14 y a la de Enrique Peña Nieto fueron 13.
La mayoría de los mandatarios y mandatarias desfilaron por las escaleras de la entrada principal de la Cámara de Diputados, por las que también entraron Sheinbaum y AMLO, ambos, en momentos distintos, rodeados de apapachos y peticiones de selfies. Porque aunque las tecnologías cambien, hay una ley de la política mexicana que se mantiene estática: el que se mueve no sale en la foto.
Cada uno de los mandatarios y mandatarias de naciones extranjeras fue recibido por un integrante del gabinete de Sheinbaum y así fueron escoltados hasta el área asignada para los invitados especiales.
Algunos emitieron mensajes y deseos para Sheinbaum, otros no. Xiomara Castro, presidenta de Honduras, fue una de las que sí: la mandataria declaró que estaba contenta de que una mujer asumiera la Presidencia de México y se dijo orgullosa de presenciar el momento histórico.
Otro de los presidentes que dirigió un mensaje para la titular del Poder Ejecutivo fue el primer mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se comprometió a luchar por el medio ambiente, las energías limpias y por la integración de la región de Latinoamérica.
Asimismo, hubo representación de 105 países y 23 organismos internacionales. Entre los invitados nacionales estuvieron gobernadores, gobernadoras e integrantes del gabinete federal de la administración entrante.
La mayoría se limitó a decir que la toma de protesta de Sheinbaum se iba a convertir en un hecho histórico, pero no dieron más declaraciones ante los medios de comunicación; a pesar de las insistencias de reporteros y reporteras, ninguno logró que emitieran algún mensaje más allá de la importancia de este 1 de octubre.
AMLO llegó a San Lázaro para despedirse de la silla presidencial y de la vida pública
Las puertas del acceso principal a la Cámara de Diputados se abrieron alrededor de las 11:00 horas de este martes para recibir al expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien entró a San Lázaro tres minutos después.
El tabasqueño descendió de su vehículo acompañado de la escritora Beatriz Gutierrez Müller, así como de su hijo más pequeño, Jesús Ernesto López Gutiérrez.
AMLO fue recibido al coro de “¡es un honor estar con Obrador”, frase que gritaron simpatizantes que permanecieron afuera de San Lázaro desde muy temprano. Al interior de la Cámara lo esperó una comitiva y, como siempre, lo primero que hizo al atravesar las puertas fue saludar a sus integrantes, hasta se tomó fotos con algunos. Y las lágrimas y abrazos no faltaron.
El ahora expresidente portaba un traje negro, camisa blanca y la banda presidencial: que se le notaba algo apretada, pues se hizo pensando en Claudia, no en Andrés Manuel. Antes de cruzar las puertas de cristal de la Cámara saludó a los medios de comunicación con la mano derecha, ese fue el último gesto que tuvo con la prensa antes de que pasara la batuta de manera oficial a Sheinbaum y de despedirse de manera definitiva de la vida pública porque tras la conclusión de la ceremonia salió por la puerta trasera.
Las dos Sheinbaums: presidenta electa y titular del Poder Ejecutivo
La multitud de simpatizantes que permanecieron afuera de la Cámara de Diputados con la esperanza de presenciar la llegada de Claudia Sheinbaum incrementaron el tono con el que gritaban consignas a favor de la 4T y de la mandataria entrante después de que AMLO entró a San Lázaro.
Sabían que la entrada del expresidente sólo significaba una cosa: en cualquier momento iba a llegar la primera presidenta de México y así fue.
“Es un honor estar con Claudia hoy”, fue una de las consignas que más gritaron mientras esperaban.
Sheinbaum llegó a las afueras del palacio legislativo a las 11:24 y la acompañó Jesús María Tarriba, el “primer caballero”. La presidenta fue recibida por una comitiva de legisladoras que la escoltaron hasta el Pleno.
La presidenta de México subió portó un vestido color marfil, decorado con flores bordadas, que fue confeccionado por la artesana oaxaqueña Claudia Vásquez Aquino.
A su llegada saludó a los medios de comunicación sin emitir ningún mensaje, pero siempre con una sonrisa que dejó entrever la importancia que la toma de protesta tiene en su vida. Hoy fue su cita con la historia.
Cuando llegó al Pleno de la Cámara de Diputados fue recibida por el expresidente López Obrador y por Ifigenia Martínez, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, decana de la izquierda mexicana, quien le tomó protesta y estuvo presente durante la ceremonia pese a sus problemas de salud. También tuvo el gesto de saludar a una solitaria Norma Piña, que fue desdeñada (y arrinconada) por el político tabasqueño y un Congreso dominado por la 4T.
AMLO se quitó la banda presidencial, se la dio a Ifigenia Martínez y ella se la entregó a Sheinbaum como símbolo de la investidura de la Presidencia de la República.
Tras la colocación de la banda presidencial, Claudia Sheinbaum emitió un discurso. La presidenta de México dirigió un mensaje de agradecimiento a López Obrador, también enunció los principales ejes de su administración: defendió, con la ministra Piña a un lado, las reformas al Poder Judicial y Guardia Nacional; aseguró, asimismo, que va a dar continuidad a los proyectos de infraestructura del sexenio que concluyó y explicó su estrategia de seguridad.
Durante su discurso enunció varias frases que engloban el significado de su llegada al Poder Ejecutivo y que sea la primera mujer en encabezar la Presidencia. Una de ellas fue la siguiente:
"Hago una respetuosa invitación a que nombremos presidentA con “A” al final, al igual que abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniera, con “A”, porque como nos han enseñado, solo lo que se nombra, existe", comentó.
Así fue la ceremonia en la que Sheinbaum se convirtió en la primera presidenta de México. Al terminar su discurso abandonó la Cámara de Diputados con la banda presidencial puesta y, nuevamente, se despidió únicamente con la mano derecha, sin ninguna palabra: acaso, quizá, para reservarlas al posterior discurso en el Zócalo.
López Obrador, quizá la figura histórica más importante del país en lo que va del siglo, se convirtió este martes en un ciudadano más. Ya no es presidente, sólo ciudadano. Y Claudia Sheinbaum, su sucesora, la más votada de la historia, se convirtió en la primera mujer presidenta de Norteamérica. La mujer más poderosa de Latinoamérica.