Las familias del narcotráfico que históricamente se dedicaban a la siembra de amapola y mariguana en Guerrero optaron por abandonar esos cultivos ilícitos para dedicarse a la ganadería y agricultura. Esto se debe a que los plantíos ilegales ya no son rentables porque fueron sustituídos por el fentanilo, de acuerdo con una investigación de Humberto Padgett, colaborador de Grupo Fórmula.
"Tiene mucho tiempo que la heroína ya no se siembra, la amapola ya no se siembra, ya no se maneja por aquí porque le tumbó el comercio el fentanilo, la amapola no es rentable ni la mariguana. Se terminó eso. En el caso de la mariguana el precio anda por los suelos, anda en 250 pesos, 300 el kilo. [Y] con el mismo riesgo de que si te agarra el gobierno, te lleva a la cárcel. La mariguana ya se dejó de cultivar aquí, aquí nos quedamos sin nada", relató un narcotraficante de Petatlán al periodista.
El narcotraficante, quien omitió su nombre, detalló que es poca la amapola que hay en esa zona de Guerrero, ya que el kilo de goma se comercializa a 5 mil pesos y en 2017 costaba 32 mil pesos. La reducción está relacionada con el comercio de fentanilo.
Por ese motivo, las familias que se dedicaban a la siembra de amapola o mariguana decidieron emplearse en la agricultura y ganadería. Ahora comercializan algunas frutas, como coco y mango, y también tienen una cooperativa de pesca. Sin embargo, enfrentan otro problema: La Familia Michoacana.
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La extorsión es una de las actividades criminales que ejerce este grupo criminal y las familias de narcotraficantes que residen en Guerrero no se salvan.
De acuerdo con la investigación de Humberto Padgett, las familias que se dedicaban al narcotráfico se oponen a la extorsión y al cobro de derecho de piso que les quisieron imponer. Lo que ha provocado enfrentamientos entre ellos y ataques con drones, según lo que le relataron.
"Nos negamos rotundamente, no nos gusta el secuestro porque ellos vienen secuestrando, extorsionando, cobrando cuotas, es a lo que se dedican", comentó el narcotraficante al periodista.
La Familia Michoacana les cobra cuotas por todas las cosechas que tienen, por la ganadería y por la pesca. Así que han buscado una tregua entre grupos del narco locales y el de los hermanos Hurtado Olascoaga, pero no ha ocurrido y tampoco se han acercado las autoridades, lo que ha desatado una guerra en la sierra de Guerrero.