El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estrenó el Tren Maya el pasado 1 de septiembre en un recorrido de supervisión de Campeche a Yucatán, luego de la presentación del Quinto Informe de Gobierno. Aunque la inauguración de la megaobra se realizará hasta diciembre de este año.
A pesar de que el Tren Maya no se ha inaugurado de forma oficial, la construcción ha provocado divisiones entre los pobladores que viven en las comunidades aledañas al jaguar rodante, como le dicen. También han recibido amenazas de soldados, temen que no haya mitigación de riesgos cuando se acabe la obra y que no garanticen mayor acceso a servicios públicos, de acuerdo con Laura Brugés, reportera de Grupo Fórmula.
Pedro UC, integrante de la Asamblea Muuch’ Xiimbal, relató que el conflicto entre las comunidades ha alcanzado hasta a las infancias.
"Entonces esto generó una confrontación entre comunidades, se dividieron familias, se reflejó en mujeres que eran vecinas se llevaban ciertos conflictos, los niños que iban a la escuela unos pro Tren Maya y otros en contra y una serie de situaciones en comunidades", señaló Pedro UC.
Asimismo, denunció que los habitantes de las comunidades aledañas que no han querido vender sus tierras para el Tren Maya han recibido amenazas de los militares.
"La gente que no ha querido vender su tierra o no ha querido ceder su tierra para esto, han venido soldados [a] su casa. Las amenazas son completamente directas, a mí me han amenazado de muerte, en 2018 me amenazaron, a otro compañero de la asamblea también. Yo estoy acogido al Mecanismo de Proteccion a Periodistas y Defensores", mencionó.
Laura Brugés señaló que los tres niveles de los estados por los que pasará el Tren Maya, es decir de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco, se comprometieron a que iba a haber progreso y acceso a mejores servicios para quienes cohabitan con el 'jaguar rodante'.
Los habitantes de Teya, Mérida, y de Hecelchakán, en Campeche, no se oponen al megaproyecto; sin embargo, temen a que conforme se acerca la fecha de entrega, las empresas que lo construyeron no hagan obras de mitigación para contrarrestar lo que han generado las maquinarias y en lugar de que tengan mejor calidad de vida por el Tren Maya, vaya en detrimento a sus comunidades, afectando el acceso a servicios básicos, como luz, agua, drenaje y seguridad.